Estaba todo encaminado para convertirse en el primer refuerzo de River en este mercado. El club de Núñez había llegado a un acuerdo económico con el futbolista y con el Junior de Barranquilla, poseedor de los derechos federativos y del 50% de la ficha del atacante colombiano. Sin embargo, cambiaron algunas condiciones a último momento que terminaron trabando las negociaciones y pusieron la llegada de Miguel Borja en stand by.
¿Qué sucedió? Palmeiras, dueño del otro 50% de los derechos económicos, le exigió al Junior incluir su porcentaje en la transacción. Los 5 millones de dólares que ofreció River inicialmente fueron insuficientes para las pretensiones de ambas entidades. Por eso, el Más Grande envió una nueva propuesta por un millón de dólares más, pero en las últimas horas también fue rechazada. Un dolor de cabeza a sólo 48 horas del cierre de la lista de buena fe para los octavos de final de la Copa Libertadores.
Ante esta situación, el club colombiano tomó una fuerte determinación: como Miguel Borja había pedido una licencia especial y no estaba realizando la pretemporada junto a sus compañeros, Junior le comunicó que al delantero que deberá reintegrarse de inmediato a los entrenamientos. Mientras el atacante cafetero presiona para conseguir su transferencia al Millonario, las instituciones seguirán negociando en busca de una solución a una complicación impensanda.