El Millonario se impuso 3-2 sobre Melgar en los 2.335 metros de altura sobre el nivel del mar y así se aseguró el primer puesto del Grupo 3 en la Copa Libertadores de América. Con una formación alternativa, fue letal en los metros finales para conseguir el triunfo deseado.
Es imposible detener el entusiasmo. Y también parece imposible detener a este River de alto vuelo, un equipo que no para de ganar en condición de visitante -lleva ocho triunfos consecutivos desde que venció a Olimpo- y, a lo sumo, deja puntos cuando empata. Esta noche, frente a Melgar, El Más Grande demostró practicidad para ser contundente en el momento de la definición. Ahí estuvo la clave del triunfo.
Pese a que atrás no dio seguridad, el Millonario basó su victoria por 3-2 en una producción eficiente a nivel ofensivo e inteligente para dosificar esfuerzos en los 2.335 metros sobre el nivel del mar que hay en Arequipa. Marcelo Gallardo dispuso un 4-4-2 riguroso en el orden cuando el balón lo tuvo el rival y rápido para contragolpear. Fue agresivo, como siempre, supo dónde presionar e inquietó en la pelota parada.
River ganó en 6 de las 10 veces que envió una pelota parada al área de Melgar
Diecinueve minutos le bastaron al Millonario para sacar dos tantos de diferencia. Primero, tras un tiro de esquina ejecutado por Tomás Andrade, Lucas Alario resolvió luego de que Marcelo Larrondo bajara el balón mediante un cabezazo. Después, tras un remate del mencionado Andrade, Camilo Mayada amplió el marcador al aprovechar un rebote concedido por el arquero Patricio Álvarez.
Sin embargo, enseguida llegó el descuento local a través de Omar Fernández. Un derechazo suyo vulneró a Augusto Batalla, que evidentemente quedó tapado por sus compañeros para que la reacción fuera más rápida en la zona del primer palo. Poco a poco, River comenzó a bajar su intensidad y hasta perdió el protagonismo inicial en el medio campo.
Ocho victorias oficiales de manera consecutiva lleva River como visitante
El Más Grande siempre mantuvo una disciplina táctica que le permitió realizar recorridos breves para recuperar la pelota o al menos no sufrir cuando Melgar atacó. Aun así, la pasó mal en buena parte del segundo tiempo: cuando iban 16′, Emanuel Herrera no perdonó un error compartido entre Mayada, que no rechazó a tiempo con el perfil de mayor aptitud, y Luciano Lollo, cuya respuesta tampoco fue inmediata.
Como ya es habitual, Marcelo Gallardo acertó en los cambios. Las entradas de Ignacio Fernández, antes de padecer el 2-2 parcial, y Gonzalo Martínez fueron decisivas para lograr el gol del 3-2 definitivo. Es que el Pity condujo muy bien un avance, esperó que Mayada se proyectara, puso el pase en profundidad y logró que el uruguayo desbordara para que Nacho, de palomita, cabeceara anticipándose a todos.
La falta de retroceso por las bandas atentó contra la necesidad de evitar sobresaltos defensivos. En ese contexto, Arturo Mina exhibió una gran firmeza para rechazar por arriba, mientras que Joaquín Arzura y Nicolás Domingo hicieron un aporte correcto a la hora de acoplarse a los centrales. Así, aunque terminó ajustado, River se llevó los tres puntos de Perú para ganar el Grupo 3 y quedó a un empate de ser el mejor primero de cara a octavos de final.
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