River vive en una fiesta constante. Desde el 9 de diciembre que todos los días se encuentra en Disney, la alegría no se detiene. Y esta noche no fue la excepción porque el Millonario se impuso 2-0 sobre Talleres en Córdoba. Ignacio Fernández marcó ambos goles: el primero fue a los 26 minutos del primer tiempo, con una gran definición tras ser asistido por Lucas Pratto. Siete más tarde mostró una excelente combinación entre precisión, velocidad mental e inspiración para ejecutar un tiro libre desde la banda derecha que sorprendió al arquero Guido Herrera y se transformó en el 2-0 definitivo.
El triunfo de hoy puso a River prácticamente adentro de la fase preliminar de la Copa Libertadores 2020. Es que solamente un hecho sin precedentes podría romper esa meta alcanzada: Atlético Tucumán debería ganar sus dos compromisos restantes -este domingo jugará ante Aldosivi- por goleada y que River pierda contra Tigre. La diferencia le da 14 tantos de ventaja al conjunto de Núñez sobre el Decano.
La victoria en el estadio Mario Alberto Kempes tiene como principales argumentos a la jerarquía de River en relación a Talleres, la inteligencia táctica, el compromiso para recuperar el balón o, en su defecto, retroceder con rapidez para neutralizar los ataques y contragolpes locales. Además, el equipo que dirige Marcelo Gallardo supo reacomodarse cuando quedó con uno menos por la exagerada expulsión de Nicolás De La Cruz.
El Muñeco dejó atrás el 4-3-1-2 inicial (Nacho Fernández fue el nexo entre volantes y delanteros) para diseñar un 4-4-1, apelando a Bruno Zuculini -eficiente en la marca- como ladero de Leonardo Ponzio. Talleres inquietó durante algunos lapsos, pero su falta de precisión reiterada y las buenas respuestas de Franco Armani le impidieron obtener el descuento para generar riesgo en el tramo final.
Más allá de la tarea destacada de Nacho Fernández, hubo otros pilares para resaltar: Pratto, cuya función se desdobló entre el esfuerzo y la creación, Lucas Martínez Quarta a través de la solidez defensiva, Enzo Pérez en la distribución y la ocupación de espacios y Armani en la custodia del arco, incluyendo el cabezazo que le desvió a Mauro Ortiz. Así River se llevó tres unidades tan valiosas que le permiten brindar con la Copa Libertadores para jugar por sexto año al hilo en la máxima competencia continental.
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