Sin brillar, pero con una marcada superioridad que tradujo en el triunfo 1-0 sobre Huracán, el Millonario se reencontró con la victoria en el torneo local y durante algunos pasajes exhibió un funcionamiento acorde a las exigencias de Gallardo.
River necesitaba las tres unidades sí o sí. No sólo porque jugaba en casa y de una buena vez por todas debía retomar la senda del éxito en el Campeonato 2016/17, sino también a raíz de la caída de Estudiantes de La Plata. Había una buena oportunidad de recortar la distancia en la tabla de posiciones y El Más Grande la aprovechó. Gracias a un gol de Sebastián Driussi, a los 19 minutos del segundo tiempo, tras un tiro de esquina ejecutado por Rodrigo Mora desde la izquierda y con el anticipo de Lucas Alario en el primer palo, la alegría quedó en el Monumental.
Lo cierto es que River, además de conseguir los tres puntos indispensables para situarse a siete del Pincha, fue muy superior a Huracán en el desarrollo general. Le costó abrir la cuenta y hasta pudo haber sufrido el empate en un derechazo de Diego Mendoza que dio en el travesaño, pero también mostró una parte de la premisa de Marcelo Gallardo. Hubo profundidad, así como ataques directos mediante pelotas largas o centros desde los costados -buenas sociedades por ambas bandas- sin tanto preámbulo.
Si bien es verdad que el gol llegó mediante una pelota parada, recurso en el que River fue también más que el Globo, el funcionamiento colectivo exhibió una buena circulación del balón, movilidad al servicio del mismo, sorpresa en determinadas acciones e intensidad para ganar en muchas pelotas divididas. A tal punto que lo mejor de la visita en la etapa inicial fue un cabezazo elevado de Jerónimo Barrales y un mano a mano sin resolución de Ignacio Pussetto como consecuencia de un cierre excelente de Camilo Mayada.
A propósito de Pussetto, Augusto Batalla le negó el grito al principio del complemento. Ese comienzo del Globo fue lo único que puso en jaque el protagonismo de River. Un River que desperdició situaciones tanto en los 45 minutos iniciales, cuando buscaba abrir la cuenta, como en los instantes finales para liquidar el encuentro. Aun así, los volantes entendieron el mensaje del Muñeco para avanzar con mayor énfasis, exigir a Marcos Díaz, patear desde media distancia y redondear una actuación convincente. Todavía hay mucho por mejorar. El resultado debería haber sido por al menos otro gol de diferencia. Pero bienvenida sea la alegría de hoy.
+ PUNTAJES: Jugador x Jugador.
+ GOL: El grito de Driussi y de todo River.
+ FOTOS: Las imágenes del partido.
+ CAVENAGHI: Una visita Monumental.
+ PISCU: También estuvo en la cancha.
+ TABLA: Las posiciones del campeonato.