Luego de veintidós años de carrera, Andrés D’Alessandro le dijo adiós al fútbol profesional. Este domingo 17 de abril, el Cabezón colgó los botines y se retiró como quería: dentro de un campo de juego, con 41 años recién cumplidos y ante los hinchas de Inter que lo adoptaron como un hijo de la casa, en el estadio Beira Río.
Sin actividad desde el 6 de marzo por un esguince en el tobillo derecho –su último partido fue ante Aimoré por el torneo estadual-, el dueño de “La Boba” trabajó para ponerse bien desde lo físico y así poder disfrutar su última función. En medio de su recuperación y ante la sorpresa de muchos, D’ Alessandro anunció a través de sus redes sociales que el partido ante Fortaleza por la fecha 2 del campeonato brasilero era su adiós definitivo.
La cuenta regresiva llegó a cero este domingo, cuando el Cabezón saltó al campo de juego y fue recibido por una ovación apenas salió a realizar la entrada en calor. El ex enganche de River no pudo contener las lágrimas ni la emoción. Para colmo, minutos antes, Cauan de Almeida–técnico interino del Inter- confirmó su presencia dentro del equipo titular.
Pese al mal presente que atraviesa Internacional SC, que hace unos días atrás cesanteó al entrenador Alexander Medina por malos resultados, los hinchas se acercaron al Beira Río solamente para despedir a su ídolo y rendir tribuno al futbolista que ganó 12 títulos con la camiseta roja:ochoestaduales ycuatrointernacionales. Entre ellos, la Copa Libertadores 2010 y la Sudamericana 2008.
El partido fue todo lo que soñó Andrés en la previa: a los 52 minutos de juego y luego del 1 a 0 de Fortaleza -marcó de penal Yago Pikachu para la visita-, el crack argentino logró igualar el encuentro con un zurdazo potente que se metió en el primer palo. El ex-River fue levantado en andas por todos sus compañeros en pleno festejo y emoción. En el complemento, fue reemplazado a 18 minutos del final para recibir el merecido aplauso de todos los asistentes. Si algo que le faltaba al partido para ser una noche perfecta fue el gol de Alexandre Zurawski a los 90 minutos para el triunfo agónico del Inter. Un cierre de carrera cinematográfico para D’Alessandro.