Lucas Pratto es uno de esos futbolistas que sin haber nacido en el club, se metió para siempre en el corazón de los hinchas millonario. Ni su pasado en Boca, ni los goles que alguna vez le marcó a River con otra camiseta, mucho menos la manera en la que se fue del club, lograron empañarese sentimiento genuino del simpatizante del Más Grande. Claro que aquellos goles en la final de la Copa Libertadores 2018 fueron fundamentales para rubricar un agradecimiento eterno al futbolista que patentó el Modo Oso como marca de una final inolvidable.

Las vueltas del destino y los caprichos del sorteo en la presente edición de la Libertadores hicieron que los caminos de River y Lucas Pratto vuelvan a cruzarse, esta vez en una serie mano a mano por los octavos de final del certamen continental. La última vez que el equipo del Muñeco enfrentó al Vélez del Oso fue a principios del 2022, cuando se midieron en un encuentro amistoso en el estadio Monumental por la Copa Juan Gilberto Funes. El partido terminó igualado sin goles, pero lo más emocionante de aquella jornada se dieron antes y en el final del partido.

En la previa, Lucas Pratto se arrimó hacia el banco de suplentes de River y se fundió en un abrazo con Marcelo Gallardo y todo su cuerpo técnico. La imagen desterró todos los rumores que indicaban que había una mala relación entre el Muñeco y el Oso, y que eso había derivado en su momento en su salida al fútbol holandés. Tras el partido, el delanero del Fortín también compartió un grato momento con sus ex compañeros en la mitad de la cancha, intercambiaron risas, chistas y una extensa charla, ante los ojos de todos los hinchas en un Monumental repleto, que despidieron al único autor de un gol sacando desde el medio en una final de la Libertadores con un cerrado aplauso y una gran emoción.

“A River no le voy a gritar un gol nunca. El cariño del hincha conmigo es mutuo. Hemos pasado momentos muy lindos, y aunque ahora nos toque estar del lado de enfrente el cariño va a serguir estando”, declaró tiempo después el Oso, que esta noche en Liniers volverá a estar frente a frente ante el Millonario por los octavos de la Copa Libertadores, un certamen que lo llevó a tocar el cielo con las manos y vivir una noche inolvidable en el mítico Bernabéu.