Como todo chico que está en las Inferiores, el sueño es llegar a Primera. Matías Gallardo no es la excepción, pero tiene bien en claro que todo será paso a paso. Actualmente el volante ofensivo se está afianzando en la Cuarta División y su principal objetivo es continuar en ese camino, sabe que las oportunidades van a llegar. A diferencia de su participación en otras categorías, por primera vez se afianzó como titular y espera mantenerse, sabe que es el camino indicado para cumplir su sueño.

En una entrevista exclusiva con La Página Millonaria, Matías contó cómo fueron sus comienzos en el Más Grande, un viaje que lo cambió todo, además describió su juego, se definió como futbolista. Por otra parte se refirió a la posibilidad de jugar con sus hermanos en un futuroNahuel actualmente está en Colón y Santino realizando el mismo camino que él en las Inferiores de River- y además el deseo de ser dirigido por Marcelo. También se refirió a las charlas que tiene con su papá sobre el fútbol y finalmente contó la etapa en la que fue alcanzapelotas y recordó su mejor anécdota de ese período.

Matías Gallardo termo

Matías y su termo riverplatense.

-¿Desde cuándo estás en River?

-Yo entré en River en 2015 a la edad de prenovena, antes jugaba en un club de cerca de mi casa, nunca tuve participación en un club de AFA, se llama Centro Galicia. Empecé a comienzos de 2015, al principio tuvimos un viaje a Bariloche cuando yo estaba de prueba, tenía varias semanas y estaba quedando, fuimos a jugar un torneo por unos diez o doce días y salimos campeones, eso me sirvió muchísimo porque yo no conocía a nadie, fui con un amigo a probarme, pero a ese viaje fui solo. Ese viaje me hizo muy bien porque me dio confianza con mis compañeros y entrenadores.

-¿Cómo fue tu camino en Inferiores?

-Crecí mucho, a pesar de ir pasando de categoría, venía de un club que no era tan exigente como es River, sentí un cambió grande cuando pasé a Novena, tanto con los entrenadores, era todo distinto. Ya en Octava, tenía un físico muy chico y no tuve mucha participación en esas categorías, a medida que iba pasando el tiempo me fui afianzando, en Octava iba al banco más que nada, pero ya en Séptima me desarrollé físicamente y pude sumar minutos y entrar más en confianza.

Matías Gallardo

Matías juega en la Cuarta División de River.

-¿Cómo describís tu juego? ¿En qué posición te sentís más cómodo?

-Estoy jugando de volante por derecha y también por izquierda, yo empecé de enganche y me gusta esa posición, pero también me gusta tirarme un poco atrás. Soy un jugador que tiene buen pase, son inteligente, pienso antes de hacer las cosas y que me gusta asociarme con mis compañeros, llegar al área, de hecho ahora estoy llegando un poco más al área, que es algo que me pedían los entrenadores, por suerte el otro día pude hacer un gol.

-¿A qué jugadores tenés como espejo?

-Miro mucho a dos jugadores que me gustan mucho, uno pasó por River, que es Exequiel Palacios, en él me fijaba mucho, tuve la suerte de que esté cuando yo iba de alcanzapelotas, me gustaba mucho su movimiento de pase, la dinámica que tenía y me gustaba mucho. El otro que me gusta y que está afuera de Kevin De Bruyne, del Manchester City, es muy completo y me gusta mucho.

-¿Te ves en Primera dentro de poco?

-Yo estoy muy tranquilo, sé que a medida que pase el tiempo voy a tener oportunidades, ahora me estoy afianzando en mi categoría, en años anteriores solía ir al banco, entraba pero no como titular. Ahora por suerte estoy en Cuarta, me estoy afianzando, me siento muy bien, quiero ir de a poco, tranquilo y no me como la cabeza diciendo “tengo que llegar”, es obvio que es un sueño como el de todos mis compañeros, pero estoy tranquilo.

-¿En Inferiores se trabaja tratando de imitar a la Primera?

-Sí, la mayoría de los años que estuve yo. No es copiar, pero se intenta que siempre tengamos la pelota nosotros, ser el primero en atacar, en presionar alto, son cosas que ves en la Primera y querés calcarla porque casi siempre sale bien y es lindo jugar así.

-¿Te gustaría jugar con tus hermanos en Primera?

-Nunca hablamos de ese tema, pero sí. Estamos los 3, porque el cuarto es muy chiquito, pero el día de mañana poder jugar con mis hermanos sería algo muy lindo, compartir cancha, compartir vestuario, el día a día.

Gallardo

Matías junto a sus hermanos Nahuel y Santino posando con Marcelo.

-¿Te gustaría que te dirija tu papá? ¿Crees que podrías salir del rol padre e hijo?

-Sí, tengo el ejemplo de mi hermano, que él lo tuvo y los dos supieron separar muy bien el padre e hijo del técnico y jugador. La verdad que es algo difícil por los comentarios de afuera más que nada, pero adentro se sabe manejar, pero no es sencillo porque hay que saber manejar ese tipo de cuestionamientos, la gente piensa que estás ahí por tu papá pero no es así, uno llega ahí porque se lo ganó en el día a día. Pero sí, sería algo muy lindo y podría separar muy bien las cosas.

-¿Con tu papá hablan de fútbol, te da consejos?

-Siempre me pregunta cómo me fue en el entrenamiento, también los días de partido cuando me puede ir a ver o si no puede ir a verme me pregunta, me da consejos, en la forma de pararme en la cancha, siempre hablamos de fútbol y de otras cosas también. La verdad que siempre me ayuda muchísimo.

-¿Cómo fue la experiencia de ser alcanzapelotas?

-Fue algo hermoso, fue un sueño estar ahí con toda la gente, todos cantando, los jugadores están ahí al lado tuyo. Es una experiencia muy linda, escuchás a los jugadores, ves los movimientos de cerca, desde la entrada en calor, la verdad que todo es muy lindo. Lo disfruté mucho, nosotros robamos dos añitos porque es un año cada categoría y la nuestra fue más de un año y medio. Lo disfrutamos mucho y por suerte nos tocó esa etapa ganadora en la que ganamos muchos títulos y lo disfrutás el doble.

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El festejo de Matías con el Muñeco después de eliminar a Independiente en la Libertadores 2018 (Foto: Prensa River).

-¿Cuál fue la mejor anécdota de esa etapa?

-Cuando ganamos la Recopa 2019, nos dejaron subir al micro y dimos la vuelta con los jugadores y el cuerpo técnico. Fue algo hermoso que ni yo ni mis compañeros lo vamos a olvidar.

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