Marcelo Gallardo eligió una manera muy especial para estar presente en este 9 de diciembre en el que los hinchas de River no paran de gozar con el segundo aniversario de la conquista de la Copa Libertadores 2018. Mientras los recuerdos y las cargadas inundaron las redes sociales, la pasión de los hinchas millonarios provocó una marea humana en la Caravana Eterna desde el Obelisco al Monumental. Pero el Muñeco apareció en una charla por streaming con Atilio Costa Febre para revivir aquella final inolvidable que se disputó en el Santiago Bernabéu.

Gallardo repasó varios momentos de aquel 9 de diciembre de 2018 y también de la previa. Una de las cuestiones que más lamentó fue que la revancha contra Boca no se haya jugado en el Monumental: "Me hubiese gustado que nuestra gente tuviera la posibilidad de tener su final en su casa, ése era mi deseo. Después se dio ante los ojos del mundo, que le dio una grandeza enorme, pero hubiese sido apoteótico poder ganar esa final en nuestra casa", comentó el Muñeco, que fiel a su estilo confesó que todavía no la disfruta al máximo: "Lo disfruto a medias porque tengo el deseo de seguir estableciendo desafíos grupales, de los jugadores, el cuerpo técnico, los colaboradores y los dirigentes. No hay posibilidad a relajarse porque si entrás en un estado de confort eso tiende a hacerte daño. Y a mí me gustaría que River se sostenga con todo lo que se ha logrado más allá de las personas porque todos estamos de paso, que haya una estructura firme en la que te puedas reflejar para seguir, ése es mi deseo".

Y a lo largo de la charla de una hora, Gallardo contó algo muy particular sobre los goles de la final en el Bernabéu. Aquella tarde en Madrid debía cumplir una suspensión por lo cual fue Matías Biscay quien dirigió al equipo desde el banco de suplentes, y el Muñeco lo tuvo que seguir desde un palco. Esa ubicación provocó una situación increíble. Cuando Costa Febre le preguntó cuál de los tres goles había gritado más, el DT respondió: "Los dos primeros los grité mucho más. Porque el tercero no lo vi". Ante la sorpresa del entrevistador, Napoléon explicó que "no lo vi porque ya había bajado del palco al vestuario. Mientras bajaba miraba monitores que había en las escaleras, pero todavía faltaba que se jugara el descuento".