Marcelo Gallardo tuvo la oportunidad de armar una defensa tradicional de cuatro jugadores –todos jugando en sus puestos naturales- para enfrentar a Talleres en lo que prometía ser el partido del campeonato. Pero el DT más ganador de la historia de River optó por mantener en cancha a la defensa que terminó jugando ante San Lorenzo y que tan bien lo hizo, es decir, Robert Rojas de lateral por derecha, Felipe Peña y David Martínez como zaga central y Milton Casco de lateral por izquierda.

Pero los planes de River se modificaron por completo desde los 7 minutos del primer tiempo cuando Felipe Peña cometió una infracción que derivó en su expulsión. El Más Grande se quedó con uno menos cuando el partido recién comenzaba y el panorama era totalmente desolador. Pero la actitud del equipo fue maravillosa, inmediatamente Enzo Pérez pasó a jugar como primer marcador central y la defensa se mantuvo igual, en el mediocampo se observó un dibujo muy marcado: Simón abierto por derecha, Rollheiser por izquierda y en el centro Enzo Fernández y Agustín Palavecino. Por su parte Julián Álvarez pasó a ser el único punta y el primer defensor del equipo.

Si bien el Muñeco podría haber puesto a Rojas como primer marcador central y bajar a Simón como lateral, la decisión fue tocar el equipo lo menos posible y así lo contó Gallardo en diálogo con ESPN una vez que terminó el encuentro ante la T con victoria del Más Grande por 2 a 0: "Iba a depender cómo observara esos primeros minutos cómo nos acomodábamos y qué iba a hacer Talleres. En estos 5 minutos vimos que Talleres iba a tener control de pelota pero no iba a ser avasallante, entonces antes que poner un central y sacar un volante ofensivo, preferí correrlo a Enzo a la línea de defensores para no sacrificar a ningún jugador de ataque".

El gran gesto de Gallardo con Peña

En el segundo tiempo el Muñeco sí metió mano en el equipo y Jonatan Maidana ocupó la posición de primer marcador central, Enzo Pérez volvió a la mitad de la cancha y quien salió fue Benjamín Rollheiser. Un detalle para valorar de Gallardo fue lo que hizo una vez que terminó el partido, una vez que saludó a los rivales, a los árbitros y también a sus jugadores, se lo vio abrazado a Felipe Peña, el juvenil que cometió un error que le servirá para aprender en un futuro.