Que River tenga un césped de primera línea es un motivo de festejo para Marcelo Gallardo. Su estilo de juego veloz con mucha circulación de la pelota debe ser compatible con un pasto corto y con la menor cantidad de irregularidades posibles. El Muñeco, a lo largo de su mandato, ha jugado con el campo del Monumental en cualquier tipo de estado y en reiteradas ocasiones a largado quejas al aire por los inconvenientes que le genera. La dirigencia finalmente escuchó: se viene un billar híbrido a gusto del entrenador para el 2021.

El sistema híbridoque va a incorporar River al campo de juegodel Monumental rápidamente se impuso en los estadios de la Premier Leaguey de allí, en muchos de los principales escenarios del Viejo Continente: desde el Santiago Bernabéu hasta antes de su refacción con la que incorporará un sistema retráctil para su piso hasta el Camp Nou, el Comunale de Turín, el Parque de los Príncipes, el Johan Cruyff Arena y el Stade de France, entre muchos otros.El gasto estimado es de 177 millones de pesos y la intención es que se termine de pagar con ingresos genuinos del club antes del final del mandato de Rodolfo D’Onofrio.

Pero no sólo el Real Madrid, Barcelona, Juventus, PSG o Ajax se rindieron ante una innovación que,según los especialistas en la materia, tiene el 200% más de resistencia, permite que la pelota ruede mejor, no produce las manchas que se hacen visibles en los terrenos de pasto natural, evita los problemas en las transiciones entre las distintas especies de césped y logra una mayor absorción del agua. Una grata noticia para Marcelo Gallardo y sus dirigidos.

En nuestro paísel estadio Ciudad de La Plata y el Uno de Estudiantes incorporaron la novedad que desde el año que viene se podrá ver en un Monumentalque supone todo un desafío para los ingenieros agrónomos, porque está construido sobre terrenos ganados al Río de la Plata.Compuesto por un 96% de césped natural y un 4% de plástico, el sistema híbrido se coloca sobre un soporte base para el césped artificialal que se le introduce arena. Y ahí nace la magia.