Aplausos y más aplausos. Pese al dolor enorme y la frustración que implica haber perdido la final de la Copa Libertadores en los últimos minutos, los hinchas de River se acercaron hasta la puerta del Swissotel en el coqueto barrio de San Isidro para agradecerles a Marcelo Gallardo y sus dirigidos por haber llegado otra vez a la instancia decisiva.

Tras ofrecer el reconocimiento desde un vallado ubicado prolijamente al lado del acceso, los simpatizantes del Millonario se dirigieron a la parte cercana a la ventanilla izquierda del micro oficial de la Conmebol para saludar al Muñeco. Los aplausos se repitieron acompañados de un “gracias” en loop.

“Estoy muy triste”, nos cuenta Guillermo, entre lágrimas. Si bien los lentes de sol lo ayudan a disimular el llanto leve, el hombre mayor no puede asimilar el golpe: “Me da mucha pena la forma la que perdimos. La Copa se nos fue en tres minutos. Perder así es muy feo”.

Al lado está su hijo, también llamado Guillermo. Pero su acento es distinto. “Soy puertorriqueño. Toda mi vida viví allá. Mi papá es argentino. Es de River desde chiquito y me hizo hincha”, le explica a La Página Millonaria. Y, en relación al traspié de ayer, expresa: “Esta herida se termina la semana que viene. Ahora hay que pensar en la final de la Copa Argentina”.

Inmediatamente, se acerca Mario. De pasado como periodista en Olé, cruzó el Océano Atlántico para llegar hasta Perú. “Vivo en Alemania hace seis años y vine a ver a River”, narra con orgullo. Y hace ratopide que al Muñeco “le hagan contrato de por vida”. Emocionado, recuerda la experiencia con el DT en Emiratos Árabes Unidos durante el Mundial de Clubes 2018: “Se sacó fotos con mi viejo, de 80 años. Lo saludó como si fuera su propio padre”.

Eduardo, que llegó desde Caballito, Buenos Aires, tambiéntiene lágrimas en los ojos. Orgulloso, sintetiza: “Este ciclo es el más grande de la historia del Club Atlético River Plate”. Y su voz representa el sentimiento de la gran mayoría: “Le estoy eternamente agradecido a este equipo. Gallardo se tiene que quedar para toda la vida”.