La noche de copa no tuvo el final feliz que esperaban las 72 mil almas que coparon las tribunas del estadio Monumental. El equipo del Muñeco estuvo a tiro de forzar la definición desde los penales, por lo menos, pero el arbitraje y el VAR lo despojaron de esa posibilidad. El encuentro terminó caliente, con protestas y recriminaciones de todo el cuerpo técnico y los futbolistas por los fallos que perjudicaron a River. Todo fue tristeza y bronca.

Afuera, en el tablón, los hinchas pusieron el pecho una vez más e hicieron el aguante. Vivieron con nerviosismo los minutos finales en los que el Millonario pasó de la alegría a la desazón en cuestión de minutos. Y sin embargo, a pesar de esa sensación de despojo, hubo un reconocimiento para el equipo del Muñeco, que se fue de Núñez con las manos vacías.

Más allá del resultado final, los fanáticos del Más Grande despidieron a los futbolistas con aplausos cerrados. También hubo una dedicatoria especial para Marcelo Gallardo, que se retiró con el tradicional “¡Muñeco, Muñeco!”. Algunas con lágrimas en los ojos, la gran mayoría con caras largas y mucha indignación. Nada empaña la identificación de los hinchas con el equipo que tantas alegrías le dio en el último tiempo.