Leonardo Ponzio es sinónimo de gloria, éxito, compromiso, liderazgo y sobre todas las cosas compañerismo. No es casualidad que todo aquel que compartió vestuario con él en River hable maravillas de su persona, esta situación quedó de manifiesto cuando el León decidió colgar los botines en diciembre de 2021, y lo hizo como se merecía: dando una vuelta olímpica y convirtiéndose en el futbolista con más títulos en la historia de River. El capitán no representará más profesionalmente el Más Grande pero su legado será imborrable.
Ponzio tuvo dos ciclos en River, el primero pasó algo inadvertido y fue entre 2007 y 2008, luego regresó a Zaragoza en España y en enero de 2012 decidió volver al Millonario para dar una mano y permaneció en Núñez por diez años ininterrumpidos. Con Almeyda jugó casi siempre, luego llegó Ramón Díaz y en un comienzo peleó por un lugar con el Lobo Ledesma hasta que de un momento para el otro dejó de integrar la lista de concentrados. La llegada de Gallardo cambió todo y se convirtió en la bandera de su ciclo, fue fundamental para que River gane la cantidad de títulos que consiguió desde que el Muñeco asumió allá por junio de 2014.
La llegada del Muñeco, fundamental para su continuidad
“Con Ramón empecé jugando, y después de un día para el otro no empecé a jugar. Justo también subió Kranevitter y estaba el Lobo Ledesma en un gran nivel. Yo entrenaba como siempre, y nunca lo hablé con él para saber el porqué de la decisión. Pero nunca me quedó un rencor con él. No paré de entrenar. Una semana antes que se vaya Ramón me había juntado con los dirigentes porque quería jugar y por ahí buscaba otro rumbo, pero justo después de eso renunció y ahí vino Marcelo”, afirmó Leonardo Ponzio en diálogo con ESPN.
