A Enzo Díaz no le regalaron nada a lo largo de su vida. Todo se lo fue ganando de a poco con su esfuerzo, con su propio sudor. De Agropecuario a Talleres, de Talleres a River, el equipo del que es hincha desde pequeño gracias a su papá. A la espera de que le confirmen la fecha para hacerse la revisión médica y firmar su contrato por tres años para ser el tercer refuerzo de River, el lateral izquierdo (que también puede jugar de central y por eso Demichelis lo pidió) guarda una historia de vida más que interesante que merece ser contada.

Nacido en Las Toscas, una pequeña localidad que pertenece al partido bonaerense de Lincoln, Enzo Díaz se rodeó de caballos y tractores antes que por pelotas de fútbol. Por cuestiones laborales, su familia se mudó al campo cuando solo tenía 12 meses de edad y su infancia no fue como las típicas de las personas que viven en la ciudad: arrear ganado, sembrar y ayudar en tareas netamente agropecuarias, así fueron sus primeros pasos.

 

Hasta los 14 años, en la casa de los Díaz no hubo electricidad y por ende tampoco televisión. "De más grande, mis compañeros en el club me hablaban de Tinelli y yo no lo conocía. Después me fui adaptando", contó hace unos años. Ahí es cuando el lateral izquierdo empezó a interesarse por la pelota: se sumó desde pequeño al Club Atlético Smith, que competía en la Liga de Carlos Casares. Tenía que hacer ocho kilómetros ida y vuelta para ir a entrenar. ¿Auto? Ni de cerca, todo era caminando, corriendo o incluso a caballo.

De nombre Enzo porque su padre era fanático de Enzo Francescoli, Díaz comenzó a perseguir ese sueño de ser jugador de fútbol y llegó el momento de dar su primer gran salto: se sumó a las filas de Agropecuario, equipo que hoy milita en Primera Nacional pero que por ese entonces luchaba por asentarse en el humilde Federal B. Estuvo allí desde 2015 a 2019, consiguiendo el ascenso al Federal A y luego la histórica subida a la B Nacional.

 

Es considerado ídolo en el club de Carlos Casares junto al delantero Gonzalo Urquijo, no solo por lo hecho con la camiseta del club si no porque le dejó mucho dinero cuando fue cedido con opción de compra a Talleres de Córdoba. Después de un año magnífico, la "T" lo compró y se lo aseguró por cuatro años. El resto de la historia es bastante conocida.

Enzo Díaz se convirtó en uno de los mejores laterales del fútbol argentino y despertó el interés de varios equipos. Estuvo en el radar de Boca, River lo buscó en otros mercados y volvió a la carga por pedido de Demichelis en esta ventana de transferencias. 1,75 de altura, 10 goles y siete asistencias en su paso por Córdoba, Díaz reune las condiciones que Micho cree necesarias para ser el central zurdo del equipo.

Precisión con pelota dominada en salida, prestancia y resistencia, mucho orden y constantes subidas al ataque, las principales virtudes que ostenta su curriculum. Si bien Micho lo piensa como zaguero, también es una alternativa para jugar por el costado izquierdo cuando Casco no pueda hacerlo. Su polifuncionalidad fue lo que terminó de convencer a Demichelis de que era el jugador a buscar. Como desde pequeño tuvo que luchar para perseguir sus sueños, esta no será la excepción y Enzo Díaz buscará dejar su huella marcada en el Más Grande.