Van a pasar los años y Julián Álvarez va a contarle a sus nietos que con tan 18 años ingresó en el partido más importante de la historia a nivel clubes. El juvenil surgido en las Divisiones Inferiores de River ingresó por Exequiel Palacios a los seis minutos del primer tiempo extra en la final de la Copa Libertadores 2018 contra Boca. Desde entonces se supo que si hay algo que Gallardo tiene es confianza en el cordobés.

“Perdela las veces que tengas que perderla, pero nunca bajes la cabeza. Reaccioná para recuperarla”, con estas palabras detalla Julián Álvarez lo que le pide el Muñeco y no es menor el pedido del entrenador. Ya que los jugadores técnicos y que toman decisiones pueden llegar a sentir la presión de no cometer errores, entonces es importante que el entrenador no los limiten en sus decisiones. El delantero parece haber incorporado las enseñanzas de Gallardo, y lo plasmó con goles.

 

 

Desde el retorno del fútbol luego del parate por la pandemia, Álvarez marcó cinco goles (tres a San Pablo, uno a Binacional y el restante a Liga de Quito) y además se estableció como titular integrando la delantera con Rafael Santos Borré y Matías Suárez. Respecto a la labor que cumple en este esquema, el juvenil exlica: “Me siento cómodo como punta en el 4-3-3. Ya me había tocado jugar ahí aunque un poco más libre. Ahora, claro, tengo la posibilidad de cambiar la posición con Suárez o con Rafa”, así lo detalló en su entrevista con Olé.

Álvarez siempre fue fanático de River y cuando tuvo que destacar algunos jugadores que más lo marcaron como hincha en el ciclo Gallardo, el delantero destacó a Leonardo Pisculichi y a Lucas Alario. Pero además llenó de elogios a otro delantero, a quien tuvo como compañero y se trata de Ignacio Scocco: “Es el mejor definidor que vi. Él me ha dado consejos antes de algún partido dependiendo de la posición en la que me tocaba jugar. O también en las prácticas, diciéndome qué movimientos hacer para ir al espacio, cómo perfilarme, la forma de presionar”.

 

El caño de Messi

Álvarez fue como sparring al Mundial de Rusia 2018 y como era de imaginar, la presencia de Lionel Messi eclipsa todo. “Lo observaba en los entrenamientos con una admiración terrible. No sé si es como dicen que no habla mucho, yo tampoco lo hago porque me da vergüenza”, relató Julián respecto a la experiencia que vivió con la Pulga en los entrenamientos. Y también habló de la posibilidad de jugar en un futuro con el mejor jugador del mundo: “Ojalá, sería un sueño jugar con Leo. Siempre fue mi ídolo”.

Pero también el nacido en Calchín fue víctima del astro del Barcelona en un entrenamiento. “Me tocó marcarlo en algún que otro loco. ¡Y hasta una vez me tiró un caño!” comentó Julián y luego agregó: “Eran seis contra dos, y yo fui a atorarlo. Y él me la tocó suavecita y pasó... ¡No pude hacer nada para evitarlo! Y yo me reí, sonreía. Más feliz estaba yo”.