Hernán Díaz fue una pieza fundamental de River en toda la década del 90, el Hormiga venía de destacarse en Rosario Central y arribó al Más Grande en la temporada 89/90 y permaneció en el club hasta 2001, su ciclo estuvo interrumpido en el Apertura de 1999 cuando jugó para Colón, pero Hernán fue clave para las conquistas de la Copa Libertadores del 96, la Supercopa del 97 y el Tricampeonato de aquellos años. Referencia absoluta de aquel River en la actualidad se desempeña como Coordinador de las categorías mayores de los Juveniles del Millonario.
“Creo que la identidad en lo que respecta a River sigue siendo la misma desde hace años. Se trata de mantener esa línea y ADN de River desde las formativas hasta que llegan a primera”, afirmó Hernán Díaz en diálogo con el programa radial Cómo Te Va y luego se refirió a su tarea actual: “Las herramientas para que los chicos puedan crecer han avanzado mucho. Obviamente que hay muchísimas herramientas que uno tiene que descubrir y potenciar para que los chicos puedan ser mejores”.
Hernán Díaz ya estaba en River cuando el Muñeco dio sus primeros pasos en la Primera del club allá por 1993 y así lo recordó: “Gallardo siempre fue un pibe con mucha personalidad, no solo para jugar, sino en la vida. No es casualidad que se haya preparado de la forma en que lo hizo y haya formado y construido todo esto en River a través del tiempo”. La Hormiga destacó una de las cualidades del Muñeco: “Creo que esto que hace Gallardo tiene que ver con el manual del entrenador de toda la vida. No tuve a Bianchi, pero es otro caso puntual. Gallardo es así, un entrenador que te potencia, es el ejemplo del entrenador que abarca todo. De la mano de él crecemos todos”.
“Para mí Gallardo es increíble, no tiene techo, lo veo todos los días y siempre va por más, tiene dificultades y se anticipa a lo que viene”, dijo Díaz y agregó: “Gallardo tiene eso de seguir creciendo, de seguir perfeccionándose, se pone nuevos desafíos en River y los lleva a cabo. No por no dirigir en Barcelona o Manchester vas a ser mal entrenador. Gallardo es un entrenador increíble que se pone nuevos objetivos y los cumple en River". Además no se imagina un River sin Napoleón: “Si Gallardo algún día se va, nadie podrá suplantarlo”.
Díaz destacó también al plantel: “No solo creo en Gallardo, sino también en los jugadores del plantel, la humildad que tienen es asombrosa. Les dije el otro día que ellos no se daban cuenta de la Copa Libertadores que ganaron, es admirable”. Por otro lado habló del regreso de algunos ex River en estos últimos mercados de pases: “Es una realidad que muchos jugadores se mueren por venir a River, no solo porque es el más grande, sino porque quieren ser dirigidos por Gallardo”.
El gran presente de Julián Álvarez
“Es algo emocionante lo que está pasando con Julián Álvarez, ver su crecimiento, su consolidación en Primera División, cuando va a la Selección. Ahí se ve reflejado que el trabajo con los juveniles se hizo bien. Uno se siente repleto de emoción cuando pasan esas cosas”, afirmó Hernán Díaz y luego añadió: “Julián Álvarez fue un chico que fue evolucionando y todos veíamos que no tenía techo. Gallardo al estar ligado a todas las categorías del fútbol amateur, lo vio y le dio el toque final a ese diamante que es Julián”.
Elogios a Montiel
Hernán Díaz es uno de los mejores laterales por derecha de la historia de River, siempre se destacó en él su versatilidad, defendía muy bien, atacaba mejor y afrontaba cada partido con un temperamento excepcional. Conocedor del puesto, se refirió a otro de los mejores laterales derechos del club: “Montiel era un excelente marcador central en todas las Inferiores y Gallardo vio algo y lo puso en el lateral. Hoy es el mejor lateral argentino que tenemos”.
La figura de Enzo Francescoli
Hernán fue compañero muchos años de Enzo Francescoli, actual mánager del club y respecto a su manera de trabajar, Díaz dijo: “Tener un mánager como Francescoli debe ser el sueño de cualquier entrenador. Porque tiene un perfil bajo, trabaja pero sin exponerse, siempre está disponible para el entrenador”.
