Estamos en presencia de una nueva semana donde se disputará un Superclásico en el fútbol argentino, y es totalmente lógico y natural que comiencen a trabajar los recuerdos de los grandes partidos entre ambos equipos a lo largo de la historia. Y algunos de ellos están ligados a cuestiones familiares, donde dos protagonistas unidos en un parentesco coincidieron en su protagonismo en el trámite de los encuentros.

Una historia de color muy particular para comentar se dio con Jorge Higuaín y su hijo Gonzalo, quienes en décadas consecutivas marcaron goles muy importantes frente a Boca en el Estadio Monumental y hasta en el mismo arco, y que fueron en victorias conseguidas por River que quedaron impregnadas en la memoria del hincha.

El 23 de septiembre de 1990 el Más Grande recibía al clásico rival por el Torneo Apertura, y allí el Millonario se impuso con mucha autoridad por 2-0. Promediando el primer tiempo y a la salida desde un corner cerrado desde la izquierda, el Pipa mayor anticipó de manera espléndida a la defensa de Boca y con una contorsión muy técnica cabeceó junto al segundo palo para abrir el partido.

Pasaron 16 años para que le llegue el turno al Pipita, y no solo para marcar goles en un Superclásico, sino además para ser la figura indiscutida de la cancha. El 8 de octubre del 2006, River se impuso por 3-1 en su estadio con una actuación contundente, y Gonzalo marcó una vez por tiempo. Primero aprovechó un rebote a la salida de un tiro libre, y definió magistralmente de taco. Y en la segunda parte puso nuevamente en ventaja al equipo con una corrida bárbara, una gambeta al arquero y un toque a la red de zurda.