En junio de 2021 no queda duda alguna que Franco Armani es el mejor arquero de Sudamérica. Sus extraordinarias actuaciones, primero en Atlético Nacional de Medellín y luego en River- lo llevaron a la Selección Argentina y en un puesto donde hay bastante competencia, Lionel Scaloni lo confirmó como el arquero titular del combinado nacional, tal como lo fue a partir del tercer partido del Mundial de Rusia 2018 y en toda la Copa América de Brasil 2019. Pero la realidad es que la carrera del nacido en Casilda no fue nada sencilla, sobre todo en los comienzos.
El puesto de arquero es muy particular, sobran las historias de guardametas que estuvieron años tapados siendo suplentes y no lograron afianzarse en ningún equipo, es que los técnicos no suelen modificarlos, salvo por lesión, expulsión o alguna actuación determinante. Franco Armani nació en Casilda, Santa Fe y llegó a las Inferiores de Estudiantes de La Plata donde el puesto estaba cubierto y él era el tercer arquero. Luego pasó a Ferro pero en el conjunto de Caballito no encontró la regularidad que pretendía y volvió al Pincha, donde no había lugar para él.
Con poco rodaje y una edad avanzada -22 años- llegó a Deportivo Merlo por pedido de Felipe De La Riva, a quien Franco le consultó si iba a ser titular ya que necesitaba atajar y el DT le dijo que se lo tenía que ganar y así lo hizo. Ya en la temporada 2008/2009 se consolidó como el arquero titular de Merlo. En 2010 se dio el traspaso que le cambiaría la vida, se fue a uno de los grandes de Colombia: Atlético Nacional de Medellín. En el conjunto paisa era dueño del arco el argentino Gastón Pizzuti y el santafesino llegó para pelear un lugar que recién pudo encontrar en julio de 2012 cuando el ex Racing se desgarró.
Pero lo peor estaba por venir, Franco Armani –que había recibido la confianza del Profe Osorio- se rompió el ligamento cruzado en julio de 2012 y así lo anunció en conferencia de prensa Federico Upegui, médico del Verde de la montaña: “Franco tiene una rotura de ligamento cruzado anterior. Tenemos que llevarlo a cirugía y su recuperación tardará aproximadamente seis meses”. Fue un calvario para Armani que una vez que iba a tener la oportunidad de mostrar que estaba preparado para atajar no iba a poder hacerlo por una de las peores lesiones que puede sufrir un jugador de fútbol.
Respecto a aquel momento, Franco Armani recordó en una entrevista concedida a La Nación en 2018 lo complicado que fue atravesar esa lesión y las dudas que le generó: “Tuve momentos difíciles en Colombia por la lesión en la rodilla. No sé si pensé en dejar en fútbol, pero sí me preguntaba cómo volvería: si lo haría de la misma manera, si iba a ser el mismo. Te pasan mil cosas por la cabeza. Pero gracias a Dios volví mejor que antes”.
“Nunca me arrepentí de haberme ido a Colombia. Durante dos años no tuve lugar y me tocó esperar, pero después de la lesión cambió todo. Cuando me recuperé, el técnico Juan Carlos Osorio apostó por mí, fuimos campeones de la liga y empecé a crecer en mi carrera. Jamás bajé los brazos, sabía que la posibilidad de jugar iba a llegar y la tenía que aprovechar. Y fue así”, recordó con melancolía el actual arquero del Más Grande que una vez que se afianzó como titular en Atlético Nacional nadie lo pudo sacar hasta su salida a comienzos de 2018, cuando llegó a River para seguir triunfando.
La locura por Armani en Atlético Nacional
En total Franco Armani obtuvo 13 títulos con Atlético Nacional, el más recordado es la Copa Libertadores de 2016 donde él fue una de las grandes figuras. Además atajó 249 partidos en sus 7 años en el elenco de Medellín. Es tan querido Armani por los hinchas del Verde que hasta le hicieron una canción: “Se llama Franco Armani es argentino. En ídolo verdolaga se ha convertido. Se quedará por siempre en nuestra historia. Él no quiere la plata quiere la gloria. La hinchada vos te agradece toda la entregra y pasión. Sos un grande Franco Armani, te llevamos en el corazón”.