Marcelo Barovero es uno de los máximos exponentes de la sobriedad en el arco, nunca le hicieron falta voladas espectaculares sino más bien estar bien ubicado y anticiparse a la jugada. No caben dudas que Trapito es uno de los mejores arqueros que pasaron por River y eso que en el pasado hubo próceres como Amadeo Carrizo o Ubaldo Fillol, pero Barovero logró hacerse un lugar en la historia grande del club a base de enormes rendimientos, humildad y títulos.

En 2016 y luego de haber sido determinante en el comienzo de la era Gallardo, Trapito decidió dejar River en búsqueda de mayor tranquilidad. Su personalidad siempre fue sobria y nunca le gustó ser el centro de atención y ser una de las grandes figuras de River y no ser el centro de atención no es sencillo. En un comienzo atajó en Necaxa, luego pasó por Monterrey, por el Burgos de España y desde hace un tiempo está en Atlético San Luis.

El pasado sábado Atlético San Luis recibió a Tigres por la última fecha de la fase regular del Torneo Apertura, una vez finalizada esta fecha se determinaron qué equipos clasificaron a la serie final (los primeros cuatro) y quiénes lo hicieron a las eliminatorias de la serie final (del quinto al decimosegundo). En el duelo entre San Luis y Tigres se volvieron a ver las caras Marcelo Barovero y André Pierre Gignac, tal como lo hicieron en la final de la Copa Libertadores 2015 en la que River se coronó campeón.

Una atajada impresionante

El duelo entre San Luis y Tigres estaba 0 a 0 y a los 43 minutos del primer tiempo el conjunto de Monterrey se pudo poner en ventaja cuando Gignac definió con una tijera espectacular, Trapito tapó el remate con una atajada extraordinaria, una vez que el francés se levantó fue a felicitarlo. El encuentro terminó 3 a 0 a favor de Tigres que terminó quinto en el torneo. San Luis quedó decimotercero y no ingresó a las eliminatorias de la serie final.