Año tras año, Marcelo Gallardo mantiene en vilo a miles de hinchas que esperan por la confirmación (o no) de su continuidad al frente del plantel de River. Hubo momentos en los que verdaderamente estuvo cerca de irse y otros en los que no había dudas de que se iba a quedar. El Muñeco finaliza su contrato en diciembre y después de un 2022 para el olvido hay más dudas que certezas sobre qué es lo que va a hacer y qué animos tiene para encarar un posible 2023 en Nuñez.

 

Al Millonario todavía le queda una bala en la recámara para meterse en la Copa Libertadores del próximo año, ítem fundamental a la hora de imaginar una refundación futbolística con el Muñeco a la cabeza: la tabla anual de la Liga Profesional. Hoy River se estaría clasificando al certamen continental al estar en el tercer puesto, pero quedan seis fechas todavía y debe defender ese puesto con garras y colmillos en medio de una confusión generalizada dentro de la cancha que preocupa.

Nadie sabe cuándo Gallardo va a comunicar si sigue o se va. Es impredecible en ese aspecto, siempre lo fue y no hace falta irse muy atrás para encontrar el último ejemplo (fines de 2021, anuncia su continuidad en una conferencia convocada por él a días del festejo por el 9 de diciembre). El 2022 seguramente no sea la excepción, pero a esta altura del partido el Míster dejó algunas señales "positivas" a las que pueden aferrarse los hinchas para soñar con su continuidad.

En primer lugar, desde el entorno del Muñeco cuentan que está avanzada la planificación de la pretemporada del año venidero, que sería en la ciudad estadounidense de Miami. Es decir, Gallardo ya piensa en el rearmado del plantel y sobre todo en la preparación física y futbolística que quizás le faltó en el último invierno, por ende se deduce que quiere seguir como mínimo un año más. La dirigencia encabezada por Jorge Brito le va a ofrecer renovar hasta el final de su mandato (tres años más), pero siempre es el DT el que tiene la última palabra al momento de definir plazos y duraciones de contrato.

 

Además, el Muñeco, en línea con la posible pretemporada en tierras norteamericanas, también ya mantuvo charlas con el gerente de fútbol del club para organizar una posible quincena de trabajo en San Martín de Los Andes, otro de sus lugares preferidos para llevar al plantel. ¿Cómo sería la logística? El borrador marca que los jugadores tendrían un mes de vacaciones durante todo el mes de noviembre, una vez que termine la Liga Profesional a fines de octubre.

Volverían a los trabajos en diciembre y Gallardo tiene pensado hacer una primera pretemporada en el sur del país, hasta aproximadamente el 20 de diciembre. Luego vendrían unos días de descanso más, para pasar las fiestas en familia, y ni bien arranque el 2023 se embarcarían rumbo a Estados Unidos para finalizar con la preparación, teniendo en cuenta que el torneo local arrancaría en la última semana de enero. 

Así está planteado el escenario. Solo Gallardo sabe para qué lado se inclina la balanza en este momento, pero ya son varios los indicios que invitan a pensar que el técnico más preponderante de la historia de River quiere redoblar los esfuerzos y tomarse revancha después de un año malo. Además de que su mentalidad y su manera de desenvolverse en el fútbol y en la vida nunca le permitirían abandonar el barco cuando está navegando en aguas turbulentas