River realizó una obra faraónica con el objetivo de tener uno de los mejores campos de juego del mundo y lo consiguió, fueron meses de trabajo donde el primer equipo debió jugar como local en el Estadio Libertadores de América y en todo ese tiempo se bajó el terreno de juego más de un metro y medio, se sembró un nuevo césped y se cosió un 5% de sintético, lo que hizo que se convierta en un campo de juego híbrido, además debajo del pasto se instaló un nuevo sistema de drenaje que impedirá que el Monumental se inunde y otro sistema que mantiene la temperatura ideal en todas las épocas del año. Para que las palomas no se coman las semillas, el Más Grande dispuso que unos gavilanes cuiden el césped.

Mauro Príncipe es de Venado Tuerto, de profesión abogado y cetrero, él mismo explica lo que es: “La cetrería es un arte milenaria, es el arte de adiestrar y cazar con aves rapaces. A partir de esta actividad que yo tengo hace bastante surgió la posibilidad de adaptarla a la problemática con respecto a las palomas. Precisamente la paloma europea representa un problema en las zonas urbanas de edificaciones”, en referencia al trabajo realizado en el Monumental le contó a Ver TV: “El Monumental tiene pasto de invierno y pasto de verano, por lo que semillan diferente entonces el mismo pasto se va regenerando. Las palomas lo que hacen era venir comerse el semillado y el verde y no había forma de sacarlas con ningún otro sistema”.

El contrato con River es por un año, lo primordial y fundamental era neutralizar a las palomas en el campo de juego que eso ya está logrado, ya no baja ni una. Ahora estamos trabajando en los anillos por fuera de las bandejas, neutralizamos la zona de palcos. El Monumental es un monstruo, hay 12 pájaros trabajando todos los días ahí”, detalló el santafesino de 44 años que tiene una gran pasión por las aves.

Mauro Príncipe

Príncipe en el Monumental con su gavilán. (Foto: @mauro.principe.3)

La cetrería en Argentina y su trabajo en River

En el país hay alrededor de 70 cetreros, pero solamente tres nos dedicamos al control biológico de fauna: uno en Mendoza que trabaja con las bodegas, Diego Bustamante en Buenos Aires con su empresa que fue la que hizo el contrato con River y nosotros en Santa Fe. Pero trabajamos siempre en forma mancomunada, especialmente cuando hay trabajos grandes como es el caso de River Plate”, contó Príncipe al diario La Capital.