River jugó diez partidos oficiales en lo que va del segundo semestre y Marcelo Gallardo pudo sacar varias conclusiones con respecto tanto a los jugadores que llegaron como aquellos que comenzaron a tener más oportunidades. ¿Cuáles fueron los puntos a destacar? ¿Quién superó las expectativas y quién aún debe afianzarse?
Once futbolistas se fueron del Más Grande en el último mercado de pases: Marcelo Barovero, Leonel Vangioni, Gabriel Mercado, Emanuel Mammana, Eder Álvarez Balanta, Leandro Vega, Leonardo Pisculichi, Luis González, Nicolás Bertolo, Tabaré Viudez y Julio Chiarini. Y llegaron siete: Luciano Lollo, Enrique Bologna, Iván Rossi, Jorge Moreira, Marcelo Larrondo, Arturo Mina y Denis Rodríguez.
Como consecuencia, el Muñeco debió planificar un nuevo River para afrontar el segundo semestre. Con trabajo y tiempo, logró rearmar al equipo y, hasta el momento -en 10 partidos oficiales-, se pudieron observar varios puntos positivos y otros que generan expectativa.
Clavito se transformó en un baluarte e hizo que en River no se extrañe tanto a Mercado.
Moreira arribó a Núñez como un completo desconocido para los hinchas. Era una verdadera incógnita. Procedente de Libertad (Paraguay), el lateral derecho se sumó a las filas del Millonario para reemplazar nada menos que a Mercado, un jugador que no sólo le dio muchas alegrías al club sino que además era clave para pasar al ataque como pretende el entrenador.
Aun así, con pocos partidos con la número 4 en la espalda y la banda en el pecho, Clavito se transformó en un baluarte e hizo que en River no se extrañara tanto a Mercado. Por supuesto que todavía debe seguir demostrando, pero sin dudas ha sido una grata sorpresa para toda la gente. Y sí, es otro gran acierto de Napoleón.
Por más que a Batalla lo haya venido a buscar Real Madrid, es difícil llevar el buzo que dejó Barovero.
En el caso de Batalla, el juvenil de las Inferiores tuvo que ponerse los guantes y salir a defender el arco más difícil del mundo con tan sólo 20 años. Y para colmo, hacer que la gente no pidiera a gritos la vuelta de Barovero, uno de los arqueros más determinantes de los últimos tiempos que se ganó el cariño de todos con atajadas que quedarán por siempre en el recuerdo. No es fácil ocupar el lugar de un tipo que le tapó un penal a Boca en el primer minuto de las semifinales de la Copa Sudamericana 2014 y que luego salvó al equipo en decenas de oportunidades. Eso está muy claro. Y la apuesta de Gallardo fue fuerte. Muy. Por más que al pibe lo haya venido a buscar Real Madrid, es difícil llevar el 1 en la espalda porque luego de cada gol que recibe se está buscando el detalle de cuál fue el error que cometió.
Y sí, Batalla no tuvo un buen comienzo en el arco de La Banda. Era la gran apuesta y había mucha incertidumbre en Núñez. Pecó con errores lógicos de la inexperiencia. Tuvo algunas desatenciones a la hora de salir en los tiros de esquina y, quizás, dudó demasiado, cuando la lógica indica que el que duda, pierde. Pero el pibe le pone garra y sabe que cada domingo es una prueba de fuego para él. Y poco a poco, se va afianzando a la par del buen rendimiento que el equipo viene demostrando. Eso es clave, no desentonar cuando todos están en un nivel parejo.
Sentí temor de que Mina fuera uno de los tantos refuerzos que se llenaron la boca hablando y que después desilusionaron por completo. Sin embargo, Arturo cumplió.
En cuanto a Mina, el defensor llegó como si fuera el verdadero Rey Arturo. Tuvo una excelente Copa Libertadores 2015 y hasta se dio el gusto de hacerle un gol a Atlético Nacional en la primera final. En un abrir y cerrar de ojos, el ecuatoriano pasó de disputar el título por la máxima competencia de América con Independiente del Valle a vestir el manto sagrado. Y créanme que, al principio, me ilusioné cuando lo escuché decir que la hinchada de River es la mejor del mundo y que alienta en todo momento. Pero se hizo repetitivo. Y sentí un cierto temor. Temor de que fuera uno de los tantos refuerzos que se llenaron la boca hablando y que después desilusionaron por completo. Sin embargo, Arturo cumplió. Y rindió. Formó una buena dupla central con Maidana, uno de los líderes del equipo. ¿Lollo? Sigue recuperándose de una lesión y hasta ahora no sumó ni un minuto oficial. Si Mina continúa con este nivel, la tendrá muy difícil.
Driussi superó las expectativas, cuando muchos creíamos que no había una vuelta de tuerca más para él.
Lo de Larrondo también es llamativo. La mayoría nos ilusionamos con verlo integrar una fórmula de ataque con Alario. Fue uno de los refuerzos que más ruido hicieron en los pasillos del Monumental, por su experiencia y el gran momento que venía viviendo en Rosario Central. Pero casi ni jugó. Las lesiones le jugaron una mala pasada y es difícil analizar su rendimiento. Y creo que su situación es similar a la de Lollo. Si Driussi, que en lo que va del semestre lleva 6 goles en 10 encuentros oficiales, sigue así, el ex-Canalla la deberá pelear desde abajo, como lo está haciendo actualmente Mora. Porque el pibe de River también superó las expectativas, cuando muchos creíamos que no había una vuelta de tuerca más para él.
Analizando a algunos de estos jugadores, encuentro importante tener en cuenta un detalle: el contexto que vive el club. No es casualidad el buen rendimiento del equipo. La Banda viene de conseguir varios títulos en los últimos dos años, el técnico que ganó está motivado, con hambre de más gloria y los resultados son positivos. Todo eso es de mucha ayuda para que los jugadores puedan desempeñarse con mayor tranquilidad y se cree un ecosistema de armonía. En líneas generales, las expectativas fueron colmadas hasta ahora. Alcanza para ilusionarse, pero de ninguna manera debe conformarnos. Esto es River y un sabio dijo una vez tras ganar nada menos que una Libertadores: “Vamos por más”.
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