River se impuso con total autoridad a Defensa y Justicia en el Estadio Centenario de Chaco. Fue voraz, fue contundente y no levantó nunca el pie del acelerador ante un rival que no se cerró atrás, buscó ser protagonista (y lo consiguió en cortos tramos del partido) y le jugó de igual a igual. Las cámaras se van con Pablo Solari, el hombre de la noche y autor de un hat-trick, pero otro de los que jugó un partido fenomenal fue Lucas Beltrán, que venía de ser suplente y entrar mal ante Tigre en Victoria.

La noche le deja muchas cosas positivas al Vikingo, además de la certeza de que puede pelearle cabeza a cabeza el puesto a Borja. Primero el gol porque se sacó la mufa: no marcaba desde el 24 de julio en la goleada 3-0 sobre Aldosivi en Mar del Plata. Desde ahí disputó seis encuentros (algunos como suplente y otros como titular) sin poder festejar hasta hoy. Le dio medio mordido de zurda tras un centro de De la Cruz y la pelota terminó entrando con complicidad de Unsain.

Lo segundo, el servicio, porque nuevamente el atacante se mostró servicial y con movimientos acertados, siempre buscando favorecer la circulación de pelota del equipo. Volvió a demostrar que sabe jugar en equipo, que puede sacrificarse y que estando lúcido mentalmente es fundamental para sus compañeros. "Contento por la victoria, por darle una alegría a toda esta gente que vino, que estuvo acampando y hacer locuras por vernos y le dedicamos este partido a ellos", declaró post partido.

Y ya empezó a palpitar el partido con Boca del domingo 11 de septiembre por la Liga Profesional: "El superclásico está en la cabeza de todos pero tenemos que enfocarnos en el partido del fin de semana para seguir ganando confianza". 

El gol de Beltrán frente a Defensa y Justicia