Llegar a un club con las exigencias de River además de ser un orgullo no es nada sencillo. Lógicamente siempre es mejor adaptarse a un club en el cual las cosas se están haciendo bien desde lo futbolístico, donde el director técnico tenga una idea clara y haya una estabilidad. Pero también la puesta a punto es diferente, los objetivos no son los mismos y las pretensiones también son otras, por ende siempre ese necesario un periodo de adaptación al mundo River que no siempre tarda lo mismo. Existen casos como los de Braian Romero, Ignacio Scocco o Lucas Alario que se metieron en el 11 inicial con un puñado de entrenamientos, otros como los de Enzo Pérez por ejemplo que se tomó unos partidos en lograr encontrar su nivel –y lo sostuvo como pocos en el tiempo- y otros como por ejemplo Tabaré Viudez que nunca pudo encontrar regularidad y su paso por Núñez quedó en el olvido.
En el mercado de pases de verano, llegaron a River seis jugadores, un número inusual de llegadas. Marcelo Gallardo pretendió siempre mantener a los jugadores que ya estaban y reforzar poco y de calidad en sus años como DT del Millonario, pero ante la falta de competencias interna y aprovechando algunas situaciones particulares, el club decidió que era el momento de traer una cantidad interesante de futbolistas para mejorar al plantel. A Núñez arribaron Jonatan Maidana –de pasado glorioso en el club-, David Martínez –el único que se consolidó como titular-, Agustín Palavecino, José Paradela, Alex Vigo y Agustín Fontana. Todos ellos ya vivieron su periodo de adaptación y ahora que el Más Grande solo tendrá una competición en lo que resta del año es un momento ideal para que demuestren por qué los fue a buscar el Más Grande.
Alex Vigo
El lateral derecho venía de romperla en Colón, la intención de River fue ir a buscarlo con anticipación ante una posible salida de Gonzalo Montiel, que finalmente se terminó concretando en agosto al Sevilla, por lo que el deseo de Gallardo era que vaya acomodándose al Mundo River con tiempo y que no sienta la obligación de ser titular ante la falta de un lateral. Sus partidos en el Millonario estuvieron marcados por la irregularidad, tuvo muy buenas intervenciones y otras en las que no encontraba los caminos y se equivocaba en los pases. Pero en líneas generales en sus últimas participaciones se mostró más seguro, anticipó y se proyectó. Con la salida de Cachete, tendrá oportunidades de jugar como titular.
Agustín Palavecino
Fue el refuerzo más difícil de traer, con Deportivo Cali hubo toda una novela que tuvo varios capítulos y por momentos parecía que el ex jugador de Platense no llegaría a Núñez. Finalmente la operación fue favorable y Palavecino se puso el Manto Sagrado. Fue la incorporación que primero debutó, además el Muñeco confío en él casi de movida y sumó muchos minutos en sus primeros partidos, de hecho le convirtió un gol a Boca por la Copa de la Liga en la Bombonera. Con el correr de los partidos fue perdiendo chispa y ya en el comienzo del segundo semestre perdió el puesto con Bruno Zuculini. La realidad es que Palavecino puede aportar calidad, es un jugador habilidoso que se siente cómodo lanzando pases desde la zona central y cuenta con una pegada más que interesante. Solamente le falta encontrar la regularidad necesaria para volver a ganarse un lugar en el 11 inicial.
José Paradela
A jugadores del estilo de José Paradela hay que tenerles una paciencia distinta al resto, son esa clase de futbolistas que con una intervención pueden cambiar un partido, ya sea con una gambeta inesperada, un pase filtrado o un remate desde afuera del área. En un comienzo, Gallardo no le dio tantas oportunidades como a sus compañeros que llegaron al mismo tiempo, le costó sumar minutos, pero una vez que lo hizo mostró cosas interesantes. Es dueño de una técnica destacable y puede jugar por las bandas como por el centro, de hecho se anotó en la red escalando por izquierda tanto contra Central Córdoba como ante Aldosivi. Realizó una muy buena pretemporada y el Muñeco le dio chances en el comienzo del segundo semestre, al igual que a Palavecino le cuesta encontrar regularidad, por no es algo propio de estos dos jugadores, sino que River en general está falto de regularidad.
Agustín Fonatana
El ex delantero de Banfield llegó como una promesa, el jugador estaba por quedar libre del Taladro y en River consideraron que sería una buena apuesta a futuro. En su primer semestre compitió ante dos jugadores ya probados con el Manto Sagrado como Rafael Santos Borré y Matías Suárez. Con la salida del colombiano y la buena pretemporada que hizo Fontana, se podía intuir que pelearía por un lugar con Girotti para ganarse un lugar como delantero de área, pero la llegada de Braian Romero le sacó oportunidades y además una lesión lo marginó unas semanas por lo que el Chino sigue luchando por encontrar un hueco en un puesto que cuenta con grandes jugadores.