Leonardo Ponzio tiene 39 años y ya decidió que el 2021 será su último año como profesional, es por eso que le quedan nada más que ocho partidos –nueve si River sale campeón y tiene que jugar ante Colón- y el hincha y lo empieza a extrañar. No caben dudas que el santafesino podría seguir jugando, en los últimos partidos que ingresó lo hizo muy bien y no fueron partidos cualquiera, de hecho uno fue el superclásico. Pero en su cabeza ya está la decisión tomada y podrá retirarse el futbolista pero el ídolo quedará para toda la vida, ¿o acaso alguien se va a olvidar que él fue quien levantó la Copa Eterna en el Bernabéu ante los ojos del mundo?
El capitán, la Copa Eterna y el Bernabéu. (Foto: Getty).
Las razones por las que Ponzio se convirtió en ídolo –sin haber nacido en River- son muchas, la lista es muy larga y entre los puntos más destacados aparecen el haber estado tanto en los buenas como en las malas, el haber sido determinante para ganar competiciones que quedarán en las páginas doradas del club, pero un detalle no menor es su humildad y compañerismo. A Leonardo Ponzio lo respetan y admiran –además de los hinchas- el cuerpo técnico, sus compañeros tanto los que tienen una edad similar a la suya como los más chicos que no habían nacido cuando el León ya jugaba en Primera. Y ante Talleres volvió a dar una muestra de ese liderazgo que se va a extrañar mucho.
¿Qué pasó ante Talleres?
River visitó Córdoba para enfrentar a Talleres sabiendo que era un partido sumamente importante y que necesitaba ganar para terminar de sacar la chapa de candidato. El partido comenzó adverso ya que a los 7 minutos el Más Grande se quedó con uno menos por la expulsión de Felipe Peña, pero cuando un equipo está trabajado y tiene confianza todo puede pasar y así sucedió en el Kempes. El jugador de menos jamás se notó y River lo ganó con autoridad por 2 a 0 con goles de Rojas y Romero.
Justamente en el tanto del ex Defensa y Justicia es cuando se puso observar el gran liderazgo de Leonardo Ponzio que se encontraba precalentando junto al resto de los suplentes. Una vez que Romero convierte el León va corriendo a abrazar al autor del tanto de la tranquilidad y sus compañeros también pero es Ponzio quien constantemente busca la unidad del grupo en el abrazo, en la celebración y puede parecer un detalle menor, pero por este tipo de situaciones es que se puede notar lo comprometido que está todo un grupo que quiere conseguir el objetivo.