Se cumplieron 20 años de un Superclásico que River ganó por penales en la Bombonera y que proclamó el inicio de una gran relación entre la hinchada riverplatense y el gran protagonista de esa tarde/noche: el arquero Angel David Comizzo, quien detuvo tres remates en la definición
En la temporada 1988/89 se estaba jugando (no se sabía en ese momento) el penúltimo torneo largo hasta la actualidad, pero en ese campeonato la AFA aplicó una novedad que sólo duró esa campaña: cuando un encuentro finalizaba empatado, los equipos debían patear penales. ¿El premio? Un punto más, es decir que la victoria en el campo daba tres puntos; el triunfo por penales, dos; el empate perdiendo en la definición, una unidad; y el que perdía no sumaba nada. River había conmovido el mercado de pases al comienzo de la temporada, pues a la llegada de César Luis Menotti como DT le siguieron las incorporaciones de Jorge Rinaldi, Claudio Borghi, Milton Melgar, Oscar Passet, Fabián Basualdo, Jorge Higuaín, Abel Balbo, Julio Zamora, Sergio Batista, Carlos Enrique, José Tiburcio Serrizuela, Mario Bevilaqua, Daniel Oldrá y el regreso de Daniel Passarella, tras siete años en Europa.
Enseguida, Riverquedó fuera de la discusión, destrozando las expectativas creadas. Comenzó a vegetar en la mitad de la tabla sin ninguna chance de pelear por el título. En ese contexto, el 5 de febrero de 1989 por la 21ª fecha, el equipo de Menotti fue a visitar a un Boca puntero que soñaba con lograr un título que se le negaba desde hacía ocho años. Los boquenses sumaban 42 puntos, seguidos por Independiente con 39, mientras que River estaba noveno con 30. La gente”millonaria” se sintió más visitante que nunca y el escenario era por demás hostil y desfavorable.
Sin embargo, River jugó un clásico de igual a igual y mereció llevarse los tres puntos, cosa que hubiera logrado de no ser por el insólito gol que el árbitro Juan Bava le anuló a Passarella tras un formidable tiro libre a la media hora de juego. Tras el 0-0 final llegó la hora de la tanda de penales para lograr el botín del punto extra. Comizzo detuvo el primero, pateado por Perazzo, mientras que después convirtieron Palma y Hrabina. El Negro Enrique falló el suyo, pero Comizzo enseguida devolvió la alegría a la gente de River al detener el remate de Stafuza. Balbo desperdicióel remate, mientras que Graciani, Zamora y Comas convirtieron. El último penal lo ejecutaba Passarella, quien respondió a la enorme silbatina tapándose los oídos para convertir con calma. El primer remate de a uno para Boca lo pateó Cuciuffo, quien erró,y Comizzo detuvo su tercer penal. Era el turno de Batista y el Checho no falló y le dio a River un festejado punto que sirvió para hundir a Boca, que finalmente no pudo ganar el torneo.
Foto: El Gráfico



