Por quinto partido consecutivo, River no pudo marcar un gol en el área cercana a la tribuna Sívori. Sin embargo, el último generó una satisfacción inolvidable.
Parece como si el arco del Río de La Plata estuviera maldito. Al menos en las presentaciones recientes. Es que desde el famoso “qué viva el fútbol, Pisculichi” que el Millonario está en sequía cuando le toca atacar en el primer tiempo hacia la principal cabecera.
Esta noche, frente a Universidad Autónoma de Nueva León -popularmente conocido como Tigres, River remató en ocho oportunidades buscando los tres postes defendidos por Nahuel Guzmán. El arquero intervino en tres ocasiones y el resto se fue desviado.
Luego del Superclásico del 27 de noviembre, hubo cinco partidos. El Más Grande se enfrentó a Banfield, Atlético Nacional, San Lorenzo, Quilmes y al rival mexicano de la Copa Libertadores. Ninguno de ellos sufrió un tanto cuando ocupó el arco de la Sívori, maldito en los compromisos recientes.




