Partido parejo e intenso entre River Plate y Cruzeiro, bajo la órbita de la ida de los octavos de final de la presente edición de la Copa Libertadores de América.

En ese contexto, el conjunto Millonario contó con las mejores oportunidades a pesar de sufrir algunas bajas sensibles. Pero, sin embargo, inquietó en demasía a la escuadra de Belo Horizonte.

Tal es así que existieron tres jugadas realmente polémicas dentro del área del equipo comandado tácticamente por Mano Menezes. En dos de ellas, el árbitro no fue llamado por las autoridades.

La primera de ellas tuvo que ver con un claro pisotón de Dedé sobre Gonzalo Montiel. El defensor de River quedó tendido en el suelo con mucho dolor, pero el VAR brilló por su ausencia.

Minutos después, Luis Orejuela impactó el esférico con una de sus manos. En esta oportunidad, las autoridades encargadas de la tecnología tampoco decidieron llamar al árbitro Julio Bascuñán.

Sin embargo, en la última acción del cotejo, Lucas Pratto fue tomado dentro del área y allí sí el juez chileno revisó la jugada y sancionó la pena máxima, que luego fue desperdiciada por Matías Suárez.