En la previa del partido crucial del domingo, Ramón minimizó la polémica en torno al árbitro del encuentro y se deslindó de toda responsabilidad por el momento que atraviesa Independiente.
El clásico del domingo en el Monumental será decisivo para uno y otro. Una victoria riverplatense le permitirá al equipo de Ramón seguir soñando con el torneo, mientras que al conjunto dirigido por Brindisi podrá condenarlo al descenso.
Por eso, no solo el horario fue el centro de la polémica durante toda la semana, sino también la designación de Saúl Laverni, un árbitro que no venía impartiendo justicia en partidos claves del torneo y que despertó cierta sospecha en Avellaneda por haber arbitrado a Independiente en 11 derrotas, 10 empates y solo 9 victorias.
En relación a ello, Ramón minimizó: “Para mí es un gran profesional, un árbitro de mucha categoría, que va a estar muy observado porque es un partido importante el que se va a jugar. Pero no solo él, sino también los técnicos, los jugadores y los hinchas. Son partidos muy observados y la cosas las tenemos que hacer lo mejor posible, ojalá que no tenga ningún inconveniente”.
Mientras que sobre su responsabilidad en el presente de Independiente, tiró: “Hace un tiempo que estuve en ese club y en ese momento no se hablaba del descenso. Nosotros estuvimos a muy poco de clasificar a la Libertadores. El tiempo ha pasado y han pasado cuatro entrenadores. Ahora nosotros pensamos en lo nuestro y para nosotros seguramente va a ser un partido lindo para jugar”.
“Estoy muy contento de estar en mi casa, muy feliz de estar en el club que tanto amo y tener la posibilidad de luchar el campeonato. Es un objetivo que me propuse desde que llegue acá y le tengo que agradecer a los jugadores por pelearlo hasta el final”, explicó el riojano.