Las semanas superclásicas siempre son especiales y distintas a todas las demás. Por todo lo que genera el partido más importante del año, o al menos del campeonato vigente, los protagonistas suelen tomar más precauciones de lo normal y reina cierto hermetismo para evitar que se filtren ciertas informaciones. En definitiva, el River-Boca comienza a jugarse varios días antes, con entrenadores que esconden las cartas y futbolistas que prefieren el silencio.

Dentro de este panorama, el plantel millonario continúa con los trabajos a puertas cerradas en el River Camp. Y fiel a su estilo, Marcelo Gallardo juega al misterio y sigue sin dar pistas sobre el equipo que podría saltar al campo de juego de la Bombonera para disputar una nueva edición del superclásico. En lo que va de la semana todavía no paró un equipo ni tampoco hizo trabajos tácticos, más allá de algunos ejercicios físico-técnicos en espacios reducidos.

¿Habrá sorpresas en La Boca?

El Muñeco y su cuerpo técnico siguen apostando a la recuperación de varios futbolistas que arrancaron la semana “tocados”, con algunas molesticas físicas. En el entrenamiento del miércoles Emanuel Mammana volvió a entrenar con normalidad y fue un gran alivio para el DT. Lo propio sucedió con la evolución de Franco Armani, que a pesar de haber sufrido un desgarro contusivo en el pectíneo de la pierna izquierda, día a día viene respondiendo cada vez mejor a las exigencias, prácticamente no tiene dolor en la zona y tiene grandes chances de ser titular en el clásico.

El panorama parece un poco más complicado para Pablo Solari, que si bien será exigido 48 horas antes del partido para ver cómo viene de su desgarro, es casi un hecho que no será titular en el clásico. Existe una posibilidad concreta que forme parte de los convocados y ocupe un lugar en el banco de suplentes, pero todo dependerá de cómo responda en las próximas horas. Su ausencia, al menos desde el arranque, abre un manojo de posibilidades para el armado del equipo, donde podrían aparecer algunas sorpresas de último momento. 

Por lo pronto, el Muñeco evaluará cómo se encuentra Matías Suárez, que no juega un partido desde el arranque desde el 24 de abril de este año, cuando el Millonario igualó 1 a 1 ante Atlético Tucumán por la Copa de la Liga Profesional. En el último tiempo viene ingresando desde el banco de suplentes y suele ser decisivo en los minutos finales, estando al cien desde lo físico y sin exigir la rodilla que lo tuvo a maltraer durante gran parte de la temporada.

Más allá de la posible presencia de Suárez, el técnico del Más Grande cuenta con algunas variantes ofensivas que podrían causar sorpresa: una de ellas sería el ingreso de Santiago Simón, un volante con pasado de extremo que por características podría reemplazar a Pablo Solari sin ningún inconveniente. Otra posibilidad es el ingreso de Miguel Borja para conformar un doble nueve juego a Lucas Beltrán. También podría entrar Esequiel Barco para acompañar a un centrodelantero jugando en la posición de un viejo wing. O bien poblar la mitad de la cancha con más gente y contar con la presencia de Agustín Palavecino.

Las especulaciones están a la orden del día y todas las opciones tienen un grado de posibilidad: mientras Marcelo Gallardo apuesta al misterio, mira de reojo lo que podría suceder en el equipo de Hugo Ibarra y no descarta meter algún batacazo en el once inicial que podría agarrar desprevenido a su rival. No sería la primera vez que afronta un partido de estas características con un as bajo la manga. ¿Habrá más sorpresas en la Bombonera?