Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Ignacio Fernández, Exequiel Palacios, Gonzalo Martínez, Lucas Pratto, Rafael Borré, Ignacio Scocco, Juan Fernando Quintero y Camilo Mayada. Esos 10 nombres de probada jerarquía son los que encabezan la lista de pérdidas sustanciales que tuvo el plantel de River desde aquella final histórica frente a Boca en la Copa Libertadores en comparación a los que disputaron la serie frente a Atlético Mineiro donde el equipo quedó eliminado en cuartos de final de manera categórica. Casi un equipo entero de calidad que fue muy difícil de reemplazar a lo largo de estos dos últimos años y medio por el peso específico de los nombres propios.

Los grandes problemas económicos que aquejan al fútbol argentino desde un buen tiempo a esta parte, sumado al imponderable de la pandemia que fue un sacudón tremendo para la realidad de los clubes provocaron una mezcla explosiva, y a partir de aquel diciembre del 2018 la idea madre de Marcelo Gallardo pasó por proyectar uno de sus mayores sueños como entrenador: que River se prepare para que en el corto o mediano plazo pueda formar un equipo de Primera División con gran mayoría de futbolistas de Divisiones Inferiores. Es por la suma de todos esos factores que el Más Grande se ha reforzado muy poco en comparación a otros clubes, y pese a la salida de tantos jugadores importantes.

De hecho hubo dos mercados de pases de los seis que transcurrieron entre Madrid y la actualidad en los que River no incorporó ningún futbolista, y en uno de ellos solamente llegó uno solo. En el verano del 2019 arribaron Matías Suárez, Jorge Carrascal, Fabrizio Angileri y Robert Rojas, y de los campeones de América que tenían más continuidad solamente se habían ido el Pity Martínez y Jonatan Maidana, que luego regresaría. A mediados de ese año llegó solamente Paulo Díaz, y allí el Millonario perdió a Camilo Mayada. Y a partir de allí comenzó a darse un exilio masivo, en conjunción con la llegada de la pandemia que frenó el fútbol un buen tiempo.

En los dos mercados del año pasado River no incorporó a ningún futbolista, y en ese proceso se le fueron ni más ni menos que Martínez Quarta, Juanfer Quintero y Nacho Scocco, tres piezas de mucho valor para Gallardo las cuales dejaron un vacío enorme por lo que significaban dentro del equipo. Finalmente los refuerzos reaparecieron en el 2021, pero también se siguieron sucediendo las grandes pérdidas. Llegaron José Paradela, Agustín Palavecino, Agustín Fontana, Alex Vigo, David Martínez, y regresó Maidana, en un lapso en el que Nacho Fernández y Lucas Pratto dieron el adiós. Mientras que en el último mercado Braian Romero vino a suplantar a Borré, y fue Montiel el que también se despidió del club.

Y ante tanta ausencia de futbolistas, sonaba lógico que comenzaran a aparecer muchos juveniles no solo para empezar a agarrar rodaje sino además para tener la posibilidad de ganarse un lugar como titulares. Fueron 14 en todo este lapso de dos años y medio los que hicieron su debut en Primera División: Federico Girotti, Héctor David Martínez y Hernán Lopez a comienzos del 2019; Benjamín Rollheiser y Elías López en el segundo semestre de aquel año; Franco Paredes y Enzo Fernández unas semanas antes de la pandemia; Santiago Simón y Tomás Castro Ponce unas semanas después del largo parate por el coronavirus; y en este 2021 Leonardo Díaz, Tomás Galván, Daniel Lucero, Tomás Lecanda y Felipe Peña Biafore.

Así fue la transformación de River desde Madrid a Belo Horizonte, donde algunos líderes como Enzo Pérez, Javier Pinola, Leonardo Ponzio y Maidana continúan siendo las grandes cabezas del vestuario, pero donde también Gallardo ha tenido que reestructurar a las piezas más importantes que hicieron brillar su funcionamiento. Y hasta el 31 de agosto la posibilidad de perder más jugadores antes del cierre del libro de pases de Europa seguirá latente, por lo que esta historia puede continuar a la brevedad.