Para el argentino promedio el sueño de su vida es ser jugador de fútbol. Hay infinidad de casos de chicos que tienen el deseo de ser futbolistas cuando sean grandes. Lógicamente es un porcentaje muy chico el que lo logra. Pero la realidad es que tanto para llegar a ser jugador como una vez que ya se es profesional, no todo es color de rosas. La fama, el dinero, el estilo de vida que suelen tener quienes se dedican profesionalmente al fútbol no siempre es una demostración que es una vida ideal. De hecho una de las cosas más difíciles es saber qué hacer una vez que se produce el tan temido retiro.

Cristian Villagra nació en Morteros, Córdoba, tuvo una carrera futbolista más que destacada. Surgió futbolísticamente de Rosario Central, luego pasó a River donde estuvo entre 2007 y 2010, más tarde tuvo una experiencia en el fútbol ucraniano. Regresó a Argentina y tuvo un segundo ciclo por el Canalla y luego pasó a Atlético Tucumán. Dejó el Decano para ir a jugar a 9 de Julio de Morteros, club que juega en la Liga Cordobesa de San Francisco.

Sinceramente no me veo más en el fútbol profesional. Fue una etapa linda de mi vida, pero ahora disfruto en el club que me vio nacer. Yo por mi forma de ser, padecí más que un jugador normal, de los que se ven ahora. El solo hecho de la exposición o que te hagan sentir una estrella, sinceramente nunca me gustó. Siempre era un desgaste salir a la calle en Buenos Aires o en Rosario que fueron los clubes más conocidos y grandes que estuve. Eso ayudó a que uno se vaya desgastando en su interior”, reflexionó Villagra en declaraciones a Súper Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad.

El Kity perdió un hermano en 2018, Gonzalo Villagra falleció de cáncer y ese hecho lo marcó, pero no fue determinante para dejar la actividad profesional: “Yo me sentía bien, quizás podría haber seguido jugando en el fútbol profesional, porque nunca tuve lesiones. La muerte de mi hermano fue la gota que rebasó el vaso, pero antes de eso ya lo venía procesando. No me sentía cómodo, me gustaba jugar al fútbol y me sigue gustando, pero esa parte del profesionalismo llevó a que en algunas ocasiones llegue a bloquearme, a pasarla mal en las concentraciones antes de los partidos. Me ponía nervioso y no quería estar ahí, llegué a ese grado de no querer estar en ese lugar”.

El cordobés expresó cómo se sentía en los últimos años de su carrera y dejó en claro que ya había perdido las ganas de competir: “Era muy difícil disfrutar del fútbol porque se juegan muchas cosas. Está todo bien, entras a jugar a lo que te gusta, pero ya tenés otra responsabilidad. Para mí sería más fácil disfrutar tirando un caño dentro del área, pero no lo podía hacer, ya no lo disfrutaba. No te quiero decir que toda mi carrera la padecí, pero los últimos años me pasó eso”.

Su paso por la Selección

“Me tocó debutar en la Selección Argentina en un par de amistosos y que Maradona haya sido el entrenador fue como un sueño doble”, contó Kity en relación a la primera convocatoria que hizo Maradona como DT de la Selección Argentina en noviembre de 2008, en aquella oportunidad citó a Villagra, Montenegro y Papa del medio local. Luego contó una anécdota que muestra lo cercano que era el Diego con los jugadores: “Lo más loco que me pasó con él fue que en su primer partido en Escocia donde a mí no me tocó ingresar y no tuve participación. Lo primero que hizo Diego fue a venir a disculparse”. Cabe destacar que Villagra llegó a debutar con la albiceleste, fue en un amistoso ante Haití en 2010.