Si algo caracterizó a la personalidad de Franco Costanzo durante su etapa en River a comienzos de este siglo fue su absoluto perfil bajo. Muy poco afin a las entrevistas y al juego de las cámaras, el exarquero de River siempre se mantuvo en las sombras pese a su protagonismo debajo de los tres palos, y con el correr del tiempo consideró que no se arrepiente de todo aquello, por más que cree que le jugó en contra en muchos aspectos.

"No creo que me haya ido mal en River, porque tuve la suerte de jugar más de 100 partidos en el club y ganar campeonatos. Me hubiese gustado irme de una mejor manera, pero en el fútbol no siempre se dan las cosas como uno quiere. Creo que el hincha nunca me terminó de conocer. El hecho de no haber hablado y no haberme podido defender ante críticas que me parece que fueron excesivas, tal vez dieron la percepción de una persona que no soy", sostuvo Constanzo en una entrevista con La Nación.

"Hoy le preguntás a un hincha cómo soy y creo que no me conocen la voz. Se acordarán de los errores y seguramente recibiré más críticas que halagos. Yo quería ser el arquero de River porque lo disfrutaba, pero nunca me gustó todo lo que venía en el combo de ser arquero de River. La verdad es no quería ser parte del juego, de cierta manera me protegía a mí y a mi círculo más cercano no entrando, pero sin dudas hubiese sido más fácil entrar en el juego y no me hubieran pegado tanto como me pegaron", agregó el exarquero de 39 años, quien hoy forma parte de la secretaría técnica del Basel de Suiza, donde fue figura en su etapa europea como futbolista.

Finalmente el oriundo de Río Cuarto dejó bien en claro por qué no se arrepiente de su proceder. "No me gustaba contar cosas de mí, no me gustaba la exposición pública ni que me reconocieran por la calle. '¿Hubiese sido más fácil mi etapa en River si yo hablaba?' La respuesta es "sí". En cierto punto era consciente de eso, pero parte de mi personalidad era construirme una coraza", cerró.