La imagen preocupó desde un primer momento: tratando de cortar un ataque de Central, Enzo Pérez se resbaló solo en el mediocampo y un gesto de dolor invadió su cara. El mendocino quedó tendido en el piso, logró levantarse y enseguida se tocó su aductor derecho. Pisó fuerte, caminó y siguió jugando. Rápidamente desde el banco de suplentes le preguntaron cómo estaba y Marcelo Gallardo mandó a que Leonardo Ponzio comenzara con los ejercicios precompetitivos. Sin embargo, Enzo continuó en la cancha y completó el partido hasta el último minuto.
“No pasó nada porque terminó el partido. Pisó mal, pero fue más un susto que otra cosa, terminó bien, con total normalidad”, explicó Marcelo Gallardo durante la conferencia de prensa posterior a la derrota y llevó tranquildad para todos los hinchas que por un momento pensaron que una posible lesión pondría en duda la presencia de Enzo en la final contra Flamengo.