Un River diezmado pondrá primera en el campeonato local frente a Defensa y Justicia este sábado por la noche en Florencio Varela. Entre las numerosas bajas que tendrá Marcelo Gallardo se encuentra tal vez la más sensible de todas: Julián Álvarez. La Araña está trabajando con la Selección Argentina junto con Franco Armani y recién podrá estar disponible para la segunda fecha frente a Atlético Tucumán. Sin él y con Matías Suárez lesionado, el Muñeco pondrá todas sus esperanzas de gol en Braian Romero.

El punta viene teniendo un flojo semestre y está ante una posibilidad casi única. Mientras Gallardo continúa buscando en el mercado de pases al reemplazante de Julián, búsqueda que por ahora no tuvo éxito debido a las dificultades para contratar, Romero jugará desde el arranque ante el Halcón, su ex equipo, on el único objetivo, tanto personal como colectivo, de revertir la pálida imagen que dejó en sus últimas intervenciones, que lo muestran con más goles errados o malogrados que convertidos.

Y este “declive” en el nivel de Braian no solo puede verse en su juego, sino que también se traduce en sus registros goleadores, en los números. En el segundo semestre del año pasado marcó 12 goles (tuvo un arranque furiosos cuando ni bien llegó de Defensa y Justicia)y en lo que va del año solo festejó una vez, el 13 de marzo en la goleada por 4-0 frente a Gimnasia en el Monumental. Ese fue su último grito. Desde ahí, pasaron 10 partidos en los que sumó minutos (solo tres como titular) y no pudo volver a anotar.

Braian aparece en la órbita de Colón como moneda de cambio por si no se puede destrabar lo de Lucas Beltrán. (Foto: Getty).

Braian aparece en la órbita de Colón como moneda de cambio por si no se puede destrabar lo de Lucas Beltrán. (Foto: Getty).

Si bien el oriundo de San Isidro no es un goleador nato, el delantero, y sobre todo el de River, tarde o temprano termina viviendo del gol y es con lo que necesita reencontrarse Braian. En el esquema que viene utilizando Gallardo, el equipo necesita que la referencia de área esté con la confianza alta y el arco entre ceja y ceja, para concretar todas las chances de gol que puedan generar los volantes. A la espera de la llegada de otros atacantes, Romero está ante quizás su última oportunidad para ganarse el puesto y no quedar más relegado aún en la consideración del entrenador.