La expectativa era mucha en el Bosque, Gimnasia recibiría a Boca en uno de los partidos más apasionantes del campeonato. El Lobo está en la lucha y el equipo de Ibarra podía volver a la cima, las miradas estaban puestas en La Plata ya que quedaban solamente cinco fechas para el cierre de la Liga Profesional y hay varios equipos que están en la pelea por ser campeones.

Lamentablemente este viernes no estamos hablando de lo bien o mal que jugó un equipo, del golazo de tal o de la salvada en la línea del marcador central. Este viernes el único tema en boca de los fanáticos del fútbol –sin importar camisetas- es la brutalidad a la que fueron sometidos los hinchas y el plantel de Gimnasia y el plantel de Boca.

El partido comenzó con cierta normalidad, el estadio estaba repleto pero en las afueras todavía quedaba mucha gente por ingresar y es en ese momento en el que el ambiente se caldea. Los hinchas quieren entrar porque el partido ya empezó, la policía suele impacientarse y ahí es cuando muestra su peor cara, cuando se olvida que al operativo fue a cuidar a la gente y no a lastimarla.

A los nueve minutos del primer tiempo una nube inmensa de gas lacrimógeno se metió en el campo de juego y ahí comenzó el desborde. Los hinchas comenzaron a correr en búsqueda de una salida que no encontraban, las balas de goma se escuchaban fuera del estadio, las familias pudieron ingresar al campo de juego, los planteles se fueron rápidamente al vestuario.

La locura fue total, se pudieron observar a cientos de chicos totalmente desconsolados, madres llorando, padres buscando refugio para sus familias, todo eso mientas la policía seguía reprimiendo, atentando contra el pueblo al que tiene que proteger, no alcanzan las palabras de indignación para tal acto cobarde.

Pasaban los minutos y desde La Plata solamente llegaban malas noticias. César Lolo Regueiro, fanático de Gimnasia de 57 años que fue a la cancha con su hijo, perdió la vida a causa de un paro cardiorrespiratorio producto de la violencia. Por otro lado niños se perdieron de sus padres, además se pudo ver como un policía explícitamente agredió con balas de goma a un camarógrafo de TyC Sports.

Lo increíble es la falta de solidaridad por parte de quienes tienen responsabilidades. Inmediatamente Gimnasia sacó un comunicado dejando en claro que no hubo sobreventa de entradas, el Ministro de Seguridad de la Provincia –Sergio Berni- se desligó de lo sucedido. Todos quieren sacarse las responsabilidades pero pareciera que nadie quiere saber qué fue lo que realmente pasó y asegurarse que nunca más vuelva a pasar.

Para quienes van a la cancha hace años saben muy bien que actos violentos como los sucedidos en la cancha de Gimnasia pasan en todos lados. Aquel que tenga años de cancha seguramente alguna vez haya vivido una situación traumática con la policía y el déficit tanto de los gobiernos –de todas las provincias- es no tomar cartas en el asunto.

Están sacando a las familias de las canchas

Para quienes son fanáticos del fútbol desde chicos, los primeros recuerdos yendo a la cancha son con su papá, su mamá o algún tío. Esas memorias quedarán de por vida y para un padre o madre no debe haber nada más lindo que poder compartir una pasión con un hijo, poder alentar al equipo de sus amores, gritar un gol, abrazarse luego de un triunfo, masticar bronca juntos luego de una derrota, eso es el fútbol y eso es lo que cada vez sucederá menos por acontecimientos tan lamentables como el sucedido en La Plata el pasado jueves.

Esto no puede pasar nunca más. (Foto: Getty).

Esto no puede pasar nunca más. (Foto: Getty).