River venció a Independiente y se llevó un triunfazo en un partido que no ofreció demasiados matices, más allá de las polémicas arbitrales y algunas situaciones vinculadas con el color del  clásico. Una de ellas tuvo que ver con el regreso de Esequiel Barco al Libertadores de América, un hijo pródigo de Independiente y autor de uno de los goles más importantes del Rojo en la historia moderna. El mediapunta millonario fue recibido con aplausos desde el momento que saltó al campo de juego para hacer la entrada en calor. Claro que no fue el único reconocimiento destinado para el jugador del Más Grande.

En el complemento, Esequiel Barco sintió una molestia en el isquiotibial de la pierna izquierda  y debió ser reemplazado a los 30 minutos por Matías Suárez, jugador que terminó siendo determinante para marcar el gol del triunfo. La salida de Barco generó una nueva reacción de la gente: sacando algún reproche aislado, el 21 del Millo se llevó una otra ovación de todos los hinchas que coparon el Libertadores de América. El futbolista agradeció los aplausos, pero salió con cara de preocupación pensando en lo que viene.

La vuelta de Barco a la casa del Rojo no fue la única presencia que despertó la reacción del público local. El otro gran protagonista del clásico fue Rodrigo Aliendro. El ex Colón se llevó la reprobación de los espectadores al ser sustituido por Nicolás De La Cruz cuando iban 15 minutos del segundo tiempo. En este caso, los insultos tuvieron que ver por ese preacuerdo que existía entre el mediocampista y el club de Avellaneda. Como no apareció el dinero prometido y la dirigencia encabezada por Hugo Moyano no pudo cumplir con lo pactado, Aliendro optó por llegar a River y los hinchas de Independiente le hicieron saber su descontento cuando abandonó el campo de juego.