El entrenador de River aseguró que será el primer responsable si es que no se consigue el objetivo de volver a Primera, pero no les tiene miedo a las críticas. Además, dijo: “Me llena el corazón ver al equipo jugando a lo que quiero”.
“Si no se vuelve a Primera, seguramente, la primera patada en el culo va a ser para mí. Pero digo que nunca fui cobarde. Hubo un millón que quisieron venir a River en los momentos más lindos. En los momentos complicados fuimos pocos los que volvimos y los que se quisieron quedar”, manifestó Matías Almeyda.
En una entrevista con Clarín, el Pelado añadió: “En el peor momento yo quiero estar, siendo consciente de que puedo perder toda esa idolatría que tuve como jugador. Algunos por ahí le van a dar valor sólo a un resultado, no al sentimiento que tengo por el club. Yo sólo deseo y le pido a Dios que me ayude a dejarlo en la A, por este grupo de jugadores, por mí, por la dirigencia y por la cantidad de hinchas que quieren a River”.
En cuanto al nivel futbolístico, el entrenador contó: “Me llena el corazón ver al equipo jugando a lo que quiero, a lo que uno entrena. Más que nada por ellos, porque los que van a sacar a River adelante son los jugadores. Uno puede darles herramientas en la semana, pero los que deciden son ellos. Lo más lindo para un jugador es la libertad mental que le puede transmitir un técnico y yo trato de hacer eso”.
¿Más? “Quiero transmitirles que disfruten de lo que hacen con respeto y responsabilidad. Que cada vez que entran a una cancha sea una fiesta. Que puedan mirar a las tribunas, a los rivales sin pelearlos, algunas veces. Quiero que se apoyen, que estén unidos más allá de quién juegue, porque la unión es lo único que va a sacar al equipo adelante. Y lo están haciendo”.
Pero, claro, el Pelado no ve más allá del presente: “En River me quedaría como hizo Ferguson en el Manchester. Me quedaría hasta que me muera, pero en el fútbol argentino es imposible pensar en eso. Sería algo hermoso. La verdad es que no me veo dirigiendo a otro equipo. Cuando les hablo a los jugadores, lo hago con mucho sentimiento. Se me haría muy difícil dirigir a otro equipo hoy o dentro de un año y transmitirles un sentimiento. Por ahí, no tengo un gran léxico, pero sí les hablo con el corazón. Siento que les llego desde ese lugar, porque lo hago de hincha”.



