Asomó como una verdadera joya. Su madurez, su inteligencia para jugar y su calidad para pasar la pelota sorprendieron para su corta edad. Con ese cartel llegó a River como una de las promesas del fútbol argentino, y rápidamente se fue a disputar los Juegos Olímpicos de Río 2016. Pero su carrera nunca despegó. Qué es de la vida de Joaquín Arzura.
Asomó siendo muy joven en la Primera de Tigre, por lo que tardó un par de años en asentarse en el plantel profesional. Hasta que se ganó un lugar y se transformó en una de las figuras. El Millonario lo fue a buscar en enero de 2016 para que sea el reemplazante de Matías Kranevitter, transferido al Atlético de Madrid, y lo compró por alrededor de 1.5 millones de dólares cuando tenía 23 años.
Debutó con el Manto Sagrado el 18 de febrero de 2016 en un partido ante Godoy Cruz y a lo largo del semestre Gallardo le dio bastantes chances entre los titulares, pero Arzura no pudo mostrar su mejor versión. A mitad de año se fue a Río de Janeiro con la Selección Argentina, que quedó eliminada en fase de grupos. Volvió y tuvo cada vez menos lugar. Integró el plantel campeón de la Recopa Sudamericana y la Copa Argentina, en la que convirtió su único gol en su estadía en River, donde disputó 19 partidos (11 como titular).
La trayectoria post River de Joaquín Arzura y su complicado presente
Tras un año y medio en Núñez, el volante quedó decididamente relegado en la consideración de Marcelo Gallardo. A mediados de 2017 le surgió la chance de dar el salto a Europa por lo que armó sus valijas y recaló en Osasuna cedido con opción de compra. Y aunque tuvo un buen paso, el club no ejecutó la opción de compra por lo que finalizada la temporada regresó y se marchó nuevamente, esta vez a Almería.
Solo seis meses duró allí. El equipo español rescindió el préstamo y River lo volvió a prestar a Nacional de Montevideo, pero otra vez no encontró regularidad y partió. Así, a mediados de 2019 buscó revancha en Argentina y recaló en Huracán, aunque no tuvo suerte y solo jugó 4 partidos. Recién en julio de 2021 quedó libre de River, tras una estadía de un año en el Panetolikos griego, y arribó a Instituto de Córdoba. En la Gloria sí tuvo continuidad: 36 partidos en dos años y un histórico ascenso a Primera División.
Sin embargo, quedó libre de Instituto en 2023 y pasó a Quilmes, luego a Villa Dálmine (descendió a la B Metropolitana) y en enero de este 2024 se sumó al ascendido Independiente Rivadavia de Mendoza. Pero tras solo seis meses en los que apenas participó de un encuentro, rescindió su contrato. Y de ese modo, Arzura actualmente está sin club a sus 31 años, esperando por un nuevo desafío que le permita relanzar su carrera.