Son varios los juveniles de River que pintan para crack, pero pocos los que logran asentarse en Primera División. Menos aún aquellos que terminan cumpliendo las expectativas. Uno de esos casos de futbolistas que ilusionaron pero que lamentablemente nunca pudieron despegar fue Ezequiel Cirigliano, quien tras su paso por el Más Grande protagonizó una particular historia de vida.
Hellas Verona en Italia, Dallas en la MLS, Tigre y Atlético Tucumán en el fútbol argentino, Zacatepec en México, San Luis en Chile, Godoy Cruz nuevamente en el país, Albalonga en el ascenso italiano, y actualidad en el Stallion Laguna de Filipinas. Club al que arribó a comienzos de año buscando revancha en el deporte, después de un problema de salud mental y una breve estadía en prisión.
“Cuando volví de Italia la última vez había decidido no jugar más, me cansó que no se me dieran las cosas”, reveló Cirigliano en una entrevista con Diario Olé. El año pasado disputó algunos partidos en el Senior de River, por invitación de Alejandro Domínguez.
Pero esas ganas le duraron poco. Hasta que dio otro giro. “Me vine a Filipinas porque estaba medio acorralado con el momento económico de nuestro país y porque quería volver a intentarlo. Quería intentar volver a sentirme cómodo en el fútbol”, contó.
El relato de Ezequiel Cirigliano sobre su paso por la cárcel
En 2022 fue denunciado por un presunto robo con arma de fuego y pasó 54 días detenido en Caseros. “Hubo una discusión con una persona del barrio y nada más. Tenía un arma, pero no la usé contra nadie: contra el piso nomás. La tenía por precaución. No me parece que fue injusta la detención porque hice mal en portar un arma. Otras cosas sí pudieron haber sido diferentes…”, aseguró sobre el hecho.
“Para mí fue todo nuevo. No tenía fuerzas, aguantás porque no te queda otra. No me pasó de replantearme cosas. Sólo me preguntaba por qué estaba viviendo eso”, recordó el mediocampista acerca de cómo vivió esos casi dos meses preso.
Ya en 2015 había sido detenido por conducir sin registro y en estado de ebriedad. Ese hecho, sumado a otras conductas extra futbolísticas hicieron que Marcelo Gallardo decida no tenerlo en cuenta en el Millonario. “No volví a hablar con Gallardo”, confesó.
“Es difícil a veces diferenciar el rencor de las ganas, pero la verdad es que así como tomé malas decisiones que no me dieron el rendimiento esperado, también pienso que hice mucho esfuerzo para poder lograr algo. Eso algo me tranquiliza. Me hubiese gustado haber tomado diferentes decisiones, pero todo es por algo, así que no me arrepiento”, cerró Cirigliano.