River volvió a decepcionar y dejar una imagen tristísima. Perdió ante uno de los equipos más flojos del torneo, jugando pésimo y estirando este momento negativo extremadamente largo e inadmisible que ya ocupa un lugar en la historia negra de este Club. Son 4 derrotas consecutivas en el Estadio Monumental. Un hecho que no había ocurrido antes y que hoy se agrega a los muchos capítulos oscuros que este equipo fue escribiendo durante todo el 2025.
¿River ya tocó fondo?
Es muy delicada la actualidad y cada dia se puede estar peor. Este equipo no juega a nada y está en plena caída libre. No sabemos ni tenemos en claro cual es el fondo. Cada partido empeora su rendimiento y potencia el enojo de todos aquellos que entendemos y sabemos que River Plate es muy distinto a esto que estamos viendo y sufriendo desde hace varios meses. Le falta todo. Respuestas anímicas y futbolísticas. Desde la entrega es un equipo frágil sin espíritu ni presencia. Y para colmo de males parece pesarle la localia. A eso hay que sumarle que a la hora de jugar, defiende y ataca mal. No tiene seguridad para proteger su arco ni ideas para lastimar el contrario. Sin volumen colectivo, no encuentra una sola individualidad que pueda maquillar todas esas falencias evidentes. No hay elaboración ni buen manejo. No se hace fuerte por adentro y por eso utiliza los costados aunque solo sea para tirar centros. Algo que no prospera ya que por lo general no tiene gente propia dentro del area ni tampoco un gran cabeceador. Todo se repite. Con poco le ganan. Los adversarios no hacen demasiado para quedarse con los 3 puntos. Cualquiera se le anima y sabe que tendrá su oportunidad. Nunca logra imponerse. Mucho menos arrinconar al rival. Es un equipo tan apático que irrita a niveles extremos a su público.
River volvió a fallar ante su gente: perdió con Gimnasia y agudizó su crisis.
El hincha de River se cansó
Frente a Gimnasia la gente se hartó. Se cansó definitivamente y tiene sus motivos. Aún con la herida sin cerrar de la Copa Argentina, en la previa se aplaudió y alentó al equipo. Tanto en la entrada en calor que el plantel realizó dentro del campo de juego, como durante gran tramo del primer tiempo la gente se solo se dedicó a apoyar. La devolución de los jugadores fue nula. No se veía ningún síntoma positivo con el correr de los minutos. Tras el gol tripero el estadio explotó. Se escuchó desde el “Movete River movete” hasta el conocido “a ver si ponen huevos que no juegan con nadie“. Sin embargo el hit de la noche fue otro. “Que se vayan todos que no quede ni uno solo” se incio en la Centenario y se replicó en el resto de las tribunas. Años sin escuchar ese grito que parece incluir no solamente a los futbolistas.
Marcelo Gallardo está cuestionado. Mantiene el respeto de la gente pero no tiene mas la chapa de indiscutible. Fue el dueño de la única ovación de la tarde cuando el estadio gritó “Muñeco Muñeco” y él salió del banco a agradecer el cariño recibido. La reacción del final parece también alcanzarlo a él. Lamentablemente para todos aquellos que queremos que le vaya bien, sigue sin poder encontrarle la vuelta a este equipo. Entran y salen jugadores. Cambia todo el tiempo. Lo que inicia suele modificarlo en el entretiempo. No sostiene un equipo y toma decisiones que no son las que hibiese tomado en otro momento. Ian Subiabre pasó de la nada a ser titular en un partido clave. Insiste con Maxi Salas de 9 cuando sus movimientos y controles no parecen ser los ideales para ese puesto. Se lesiona Facundo Colidio y pone a Cristian Jaime que es volante, en vez de meter un delantero como Miguel Borja y recostar a Salas por izquierda en su habitat natural. Al pibe que había puesto despues lo saca para poner a otro joven como Santiago Lencina que en el partido anterior no lo había llevado ni al banco. Saca al 10 (Juanfer Quintero) con el resultado 0-1 y deja en la cancha a los dos números 5. Con el reloj devorando los minutos y el equipo ya tirando un centro tras otro decide el ingreso de Nacho Fernandez en vez de sumar un cabeceador como Giuliano Galoppo y reforzar el juego aéreo. Es el peor momento de su carrera de entrenador y él lo sabe. Suspendió la conferencia de prensa post partido para evitar hacer referencias a este momento suyo y del equipo. Los rumores se van multiplicando pero desde acá deseamos su continuidad. Que tenga la mente lúcida y tranquila durante la semana, sabiendo que su presencia y planteos en La Bombonera siempre fueron decisivos. Es el DT de los grandes triunfos ante Boca. Ojalá el domingo pueda mantener ese sello distintivo.
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¿Los históricos contra Boca?
¿Que se debe hacer con Boca? ¿Grandes o pibes? ¿Línea de 4 o de 5? ¿Sin Coldiio y Driussi debe jugar Borja o jugar con solo delantero? La situación del colombiano parece irreversible. Fue de los jugadores mas silbados durante la voz del estadio y falló el penal en el último minuto. Algo que todos suponíamos que pasaría cuando vimos que agarraba la pelota. ¿La actitud de ejecutarlo fueron huevos o irresponsabilidad? Esa penal era bravo, quemaba y no muchos compañeros se acercaron a patearlo. Borja pateó uno similar ante Boca para definir un clásico. Personalidad tiene. La diferencia con aquella vez es el contexto. Aquel era un momento positivo del equipo y el 9 hacia goles seguido. Actualmente River convive con las derrotas y el delantero con los errores. Su mala actualidad y el venir de fallar uno en la Copa Argentina indicaba que lo ideal era que pateé otro. ¿Lo hizo pensando en su gol, en poder cambiar su historia sin importar la consecuencia y poniéndose por encima de lo que River necesitaba en ese momento? Si esto fue asi y penso solo en él, fue una irresponsabilidad que debió haberse evitado.
El domingo es a todo o nada. Hay que ganar en la cancha de Boca cueste lo que cueste. Ojalá esto lo entiendan los jugadores. Es el partido del orgullo. El que se juega por los colores y el que pone feliz al hincha. Habra que tener carácter, alma y corazón. Tener la guardia alta. Saber que a ellos los ayudan y en La Plata fue evidente. Y ojo con creer y decir que River lo ayudaron también. Por supuesto que no fue penal a Martinez Quarta y que los 9 minutos de descuento fueron exagerados. Sin embargo para entender todo lo sancionado observen las tablas de abajo y entenderán porque, tal vez, no era bueno que ayer gane Gimnasia. En fin, vicios de nuestro fútbol que ya no soprenden y a los que vamos naturalizando. Volviendo al duelo con Boca, los jugadores tendrán que dar la talla. Mirarse al espejo en el vestuario minutos antes de salir al cesped y darse cuenta la camiseta que tienen puesta. River Plate es muy grande para que a este pésimo momento le sumen una derrota frente al clásico rival de toda la vida.
