El Paris Saint Germain nunca mereció a Lionel Messi, eso quedó claro. La manera en la que lo trataron desde un inicio, el poco acompañamiento futbolístico que le brindaron y la lluvia de insultos y silbidos de los hinchas parisinos ante la primera de cambio que el equipo no ganó, fueron motivos suficientes para que el 10 tomará la decisión de cambiar de rumbo a mitad de año.
La salida de Messi de Francia es un hecho, aunque recién será oficial cuando su contrato culmine el 30 de junio. En medio de un presente irregular del equipo comandado por Galtier (sin Champions pero puntero en la Ligue 1 a falta de cinco fechas), el PSG sancionó de manera insólita al campeón del mundo por un pequeño viaje relámpago a Arabia Saudita por cuestiones comerciales.
Lo dejarán sin jugar y sin entrenar por dos semanas, además de suspender su sueldo por ese lapso de tiempo. Más que una sanción parece un pase de factura por la decisión de Messi de irse, que ya le fue comunicada hace un mes al director deportivo Luis Campos por su padre y representante Jorge, según informó el periodista Fabrizio Romano.
¿Dónde jugará Messi a partir de julio?
Lo que viene ahora es la novela sobre dónde continuará el 10 su carrera, sabiendo que estos dos meses serán los últimos en Francia (algunas fuentes cercanas al jugador se animan a mencionar la posibilidad de que no vuelva a jugar en el equipo tras la sanción). Barcelona aparece primero en la carrera, pero si no acomoda sus finanzas, no podrá ficharlo.
La Major League Soccer hace tiempo que inició sondeos con el entorno de Messi para conocer qué tanto le interesaría terminar su carrera en el Inter Miami, cuyo dueño es David Beckham. Por ahora solo charlas y nada concreto. El único país que mostró interés formal en contar con el astro argentino fue Arabia Saudita.
De hecho, desde Europa informan que hay sobre la mesa una estratosférica oferta de un sueldo anual de 400 millones de dólares para seducir a Leo y que se mude a Arabia Saudita para ser rival de Cristiano Ronaldo, como lo fue toda la vida en España. ¿Por qué? Porque el equipo que lo contrataría, de armarse la ingeniería económica, sería el Al Hilal que dirige Ramón Díaz (y tuvo a Gallardo como DT por un partido en el amistoso entre estrellas de hace unos meses). Al Hilal es el clásico de Al Nassr, donde CR7 se desempeña sin mucho éxito por ahora.
La llegada de Messi a Arabia Saudita podría facilitarse mucho sabiendo que el capitán argentino es Embajador de Turismo de dicho país, motivo por el cual viajó durante la jornada del lunes para reforzar sus alianzas en el territorio árabe. El reloj de arena ya está corriendo y los clubes más poderosos del mundo salen a la caza del mejor jugador del planeta tierra. ¿Te imaginás a Messi siendo dirigido por Ramón Díaz?