Dieciocho días faltan para el momento señalado por la Conmebol para la final única de la Copa Libertadores entre River y Flamengo. Sin embargo, la sede continúa siendo una incógnita. Aunque desde la formalidad sigue figurando Santiago de Chile, la realidad indica que le restan horas para perder ese compromiso como consecuencia de los problemas sociales.
¿Dónde se jugará la final? La pregunta del millón aún carece de respuesta. Hay varios lugares interesados en albergar ese encuentro de alcance mundial. Asunción, a través del moderno estadio de Cerro Porteño, aparece como opción natural, debido a que el próximo sábado, desde las 17.30 hora argentina, tendrá el duelo decisivo de la Sudamericana entre Colón e Independiente del Valle.
Argentina y Brasil están fuera de competencia porque son los países de River y Flamengo, respectivamente. Además de Paraguay, surgeotrositio cercano: Montevideo fue mencionado, pero presenta dos obstáculos. El primero de ellos es que el fin de semana del 23 de noviembre tendrá ballotage presidencial; el segundo, en caso de postergar una semana la final, tiene como problema la iluminación deficiente del estadio Centenario.
“Imposible”, aseguró Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, en diálogo con EFE.“Nunca se le consultó a Uruguay por Montevideo, para nada”, agregó el responsable de la ‘AFA charrúa’.
Miami puede realizar una oferta irresistible en términos económicos y de logística, aunque implica nuevamente sacar la final del continente, un dato nada menor en costos políticos para Alejandro Domínguez. Y como si fuera poco, llega acompañado de frustrar la posibilidad de quienes no tienen el dinero para viajar ni tampoco un requisito más complejo: la visa para ingresar a los Estados Unidos. ¿A favor? El Hard Rock Cafe, un estadio de última generación.
La otra alternativa es Colombia, que tiene tres escenarios y un dato nada menor: organizará la Copa América junto con Argentina. Bogotá, Medellín y Barranquilla, mediante El Campín, el estadio Atanasio Girardot y el Metropolitano, respectivamente, son las canchas que reúnen requisitos -entre ellos, una capacidad para al menos 40.000 espectadores- para recibir semejante partido.
Una posibilidad que existe es cambiar la fecha para el sábado 30 de noviembre
¿Lima? La capital de Perú no sólo perdió hace seis meses la organización de la final de la Sudamericana por determinación de la Conmebol, sino que además tampoco pudo tener el Mundial Sub 17, que actualmente se está desarrollando en Brasil. Más allá de eso, sus chances crecieron en las últimas horas para ser designada a la hora de elegir un escenario destinado a River-Flamengo. Y un dato nada menor: el estadio Monumental cuenta con suficiente lugar para vender incluso más localidades que las previstas en principio.