Un River desconocido se midió ante un rival que supo cómo salir a jugar la primera semifinal de la Copa Libertadores. Se plantó en el fondo, esperó para contragolpear y sobre todo apostó para lastimar en donde al Millo más le duele: con las pelotas paradas.

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Durante la primera parte, La Banday Gremio protagonizaron un partido muy trabado. Y para colmo, el árbitro no colaboró en absoluto para que el encuentro tuviera un buen desarrollo, ya que detuvo en exceso las acciones. Cobró faltas hasta por las dudas…

Los brasileños mantuvieron una idea clara: esperar en su territorio y aguardar por el Millonario, que le costó mucho agarrar la pelota y adueñarse del juego. ¿Las primeras jugadas en ataque? Las tuvo la visita con dos llegadasde Cícero. La primera fue decabeza y contuvo FrancoArmani, mientras que la segunda fue un remate que se fue muy lejos del arco.

Los dirigidos por RenatoGaúchose plantaron bien en defensa y aprovecharon al máximo cada jugada de pelota parada a favor. Esto fue una pesadilla constante para La Banda, que perdió muchas veces en cada jugada aérea.

El Millonario logró reaccionar. ¿Cómo? Por medio de dos acciones de ExequielPalacios. A los 30 minutos sacó un potente disparo que MarceloGroheenvió al córner. Y más tarde, a los 39, probó con otro sablazo. Pero el arquero rival volvió a responder muy bien.

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En la segunda parte, El Más Grande asumió el protagonismo y avisó con una excelente maniobra en un córner. Tras una ejecución de Juan Fernando Quintero, Jonatan Maidanale ganó a WalterKannemann -excelente cortina de Montiel- y cabeceó. Pero la pelota pasó por encima del travesaño.

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Sin embargo, los habituales generadores de juego del Millo como Gonzalo Martínez y Quintero casi no aparecieron. Rivergeneró muy poco desde el juego y para colmo se encontró con un equipo bien plantado en defensa, que se ordenó a la perfección en el fondo.

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A los 61 minutos, la pesadilla de las pelotas paradas en contra se convirtió en una realidad. Gremio tuvo un córnery Michel cabeceó sin problemas en el área chica de Armani. Un verdadero dolor de cabeza para Marcelo Gallardo, quien se mostró muy fastidioso en cada una de estas acciones.

Poco hizo el elenco del Muñeco para dar vuelta la historia. Le costó muchísimo reaccionar, careció de ideas para proponer desde el juego y no supo cómo romper la línea defensiva del elenco de Porto Alegre. Por todo esto, y porque en líneas generales el equipo estuvo en un bajo nivel, River perdió 1-0 en el Monumental en la primera semifinal de la Libertadores.

¿La revancha? Será el próximo martes 30 de octubre, a las 21.45 horas de Argentina, en Brasil. Allí, los dirigidos por Gallardo deberán hacer un partido perfecto para dar vuelta la historia. ¡Vamos todos unidos!