River atraviesa una tormenta fuerte de la que debe salir lo antes posible si no quiere ser consumido por ella. Después de alzarse con el título de la Liga Profesional, casi nadie imaginaba todos los porrazos que se iba a dar el equipo en cuestión de semanas, entre eliminación de Copa Argentina, de Copa Libertadores y las dos derrotas feas en lo que va de la Copa de la Liga, frente a Argentinos Juniors en la primera fecha y la última ante Vélez el pasado sábado.

Por primera vez en lo que va del ciclo, Martín Demichelis parece estar perdiendo la brújula táctica y también la actitudinal, porque el otro día en Liniers se vio un equipo abatido y perdido en la cancha. El DT desarmó un esquema que había dado soluciones a medias ante Barracas y apostó por el vértigo que creyó que el 4-3-3 podía darle. Volvió a salir mal y no puede dar en la tecla, mientras el enojo de los hinchas va en aumento.

En lo que va del año, River perdió 10 partidos (seis por torneo local, tres por Libertadores y uno por Copa Argentina), que siguen siendo pocos con respecto a los que ganó, pero casi todos ellos fueron derrotas que dolieron mucho, por el resultado y sobre todo por la forma. Un repaso por todas las modificaciones tácticas que realizó el entrenador luego de una caída.

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El primer traspié fue a principios de año, en el 1-2 con Belgrano en Córdoba. Aquel día en Córdoba, River jugó 4-5-1 con Aliendro, Enzo Pérez, Nacho Fernández, Paradela y Solari en el medio, más Borja de punta. Al partido siguiente, el DT no hizo cambios y River venció 2-1 a Argentinos. Un esquema que terminaría dándole el título de campeón, aunque con otros intérpretes.

El día de la derrota con Arsenal, Micho decidió prescindir de Aliendro para disponer un doble nueve con Rondón y Beltrán, dupla inédita de ataque. Casi por primera vez, Beltrán sería suplente al partido siguiente, con Lanús. Ingresó Barco (para no salir más) y De la Cruz, que venía de recuperarse de su lesión. Ya era más un 4-4-2 que un 4-5-1.

El 1-5 con Fluminense y el 1-2 con Talleres fueron por un tiempo las derrotas más dolorosas. La primera por el descalabro defensivo (semanas en las cuales Demichelis alternaba entre Herrera y Rojas en el costado derecho) y la segunda por la llamativa ausencia de Aliendro para poner un 4-3-1-2 con Beltrán y Rondón de puntas más Barco.

Más cerca en el tiempo aparecen la derrota con Barracas, con un equipo plagado de suplentes, y la eliminación de Copa Argentina, con un River que se notó disminuido desde lo físico por el sprint final del torneo local. El equipo ya salía de memoria: Casco, Diaz, Pirez, Díaz; Enzo Pérez, Aliendro; De la Cruz, Nacho, Barco; Beltrán.

Para la vuelta con Inter en octavos de Copa ingresó Pablo Solari, de enormes rendimientos entrando en los segundos tiempos, pero no estuvo a la altura. Pagó los platos rotos Nacho, que en realidad ya venía en bajo nivel. Nuevamente se pasó del esquema de cinco volantes a uno con cuatro (dos llegadores) y un “rapidito” acompañando al nueve. Ante las bajas, con Argentinos hace dos fines de semana entraron Kranevitter, Palavecino, Borja + Mammana y Funes Mori en el fondo.

Nombres parecidos pero esquema totalmente distinto en la derrota de hace unas horas con Vélez: nuevamente el 4-3-3 que nunca le dio soluciones a Demichelis (ya con Simón de cuatro, probado por primera vez vs. Barracas en Nuñez) y un expediente de muchas modificaciones de un partido a otro (algunas obligadas, es cierto) que parecerían que solo terminan generando confusión en los jugadores.

¿Cuándo y contra quién es el próximo partido de River?

El fútbol argentino sufrirá dos semanas de parate por la fecha FIFA y River recién volverá a jugar oficialmente dentro de 14 días, en día y horario a confirmar, frente a Arsenal de Sarandí en el Estadio Monumental por la fecha cuatro de la Copa de la Liga. En el medio, disputará un amistoso contra la U Católica de Chile el sábado 9 de septiembre en San Nicolás.