Lucas Pratto fue uno de los pilares en la histórica conquista de River en la Copa Libertadores contra Boca. Autor de un gol fundamental en La Bombonera y otro de igual importancia anímica en Madrid, justificó largamente la insistencia de Marcelo Gallardo por contar con sus servicios. Doce millones y medio de euros representó la inversión total -incluyendo un bono acordado en el máximo certamen continental- por un delantero que grabó su nombre eternamente en la institución de Núñez.

Sin embargo, el Oso atraviesa un pronunciado bajón futbolístico. Aunque la competencia por un lugar entre los once es constante en el River del Muñeco, el presente del atacante de 31 años le hizo perder terreno en relación a Matías Suárez y Rafael Borré. Una lesión ósea por estrés en el sacro causó que se perdiera la pretemporada y tampoco pudiera estar a disposición en el primer compromiso de este semestre.

Diez partidos disputó Pratto desde el regreso de los distintos certámenes. Sumó 422 minutos, sin goles. Su último tanto se remonta al 30 de mayo pasado, cuando anotó sobre la hora en el 3-0 sobre Athletico Paranaense, en la revancha de la Recopa Sudamericana. Más allá de la sequía, su rendimiento está muy por debajo de lo que puede ofrecer. Sin ir más lejos, anoche falló prácticamente siempre. Se lo vio impreciso, falto de ritmo en determinados movimientos.

“Necesitamos que todos los futbolistas estén en el pico máximo de su nivel”, avisó Gallardo, tras el 1-0 sobre Godoy Cruz. “Lucas es un caso particular. Él necesitaba tener una buena pretemporada, por su contextura física necesita estar activo. No tuvo actividad en esta mitad de año y eso impidió que tuviera la misma competencia que el resto”, indicó. Y agregó: “Esperemos que Lucas se ponga en la mejor forma posible”.

Restan apenas doce días para la semifinal de ida contra Boca. Por delante hay dos compromisos: Vélez, el próximo domingo a las 20 horas, en Núñez; Gimnasia, el sábado 28 de septiembre desde las 17.45, en La Plata. El Muñeco de ninguna manera quiere anticiparse a los hechos, pero sabe que es indispensable que Pratto se reencuentre con el gol y, sobre todo, la capacidad de provocarle riesgo a los defensores rivales de una u otra manera.