El Millonario fue mucho más que Deportivo Táchira y se llevó una merecida victoria en el Monumental. El equipo de Martín Demichelis fue dominador de principio a fin, le faltó algo de contundencia en la primera etapa y encontró los goles en el complemento. Y logró algo que le venía costando últimamente: mantener una solidez defensiva que le permita terminar el partidos sin pasar sobresaltos.
Más allá de las limitaciones que mostró Deportivo Táchira en el Monumental, en el conjunto millonario hubo varios puntos altos. Los dos jugadores que se destacaron y que despertaron varios aplausos entre los hinchas del Más Grande: Agustín Sant’Anna y Sebastián Boselli, además del infalible Paulo Díaz, Y lo que no es un dato menor: el rival de River terminó el partido con… ¡cero tiros al arco! Algo muy poco habitual en un partido de Copa Libertadores.
La actuación de Agustín Sant’Anna frente a Deportivo Táchira
En el caso del lateral derecho, Agustín Sant’Anna tuvo activa participación durante gran parte del juego. Al no tener demasiado trabajo defensivo, el uruguayo se mandó permanentemente al ataque y fue una de las llaves que tuvo el equipo de Martín Demichelis para generar peligro por su sector.
El marcador de punta tocó la pelota en 84 oportunidades: tuvo una efectividad en el pase de 84%, ganó 5 duelos, completó 4 centros y dio 2 pases claves a lo largo de los 78 minutos que estuvo en cancha.
Los números de Sebastián Boselli en su regreso a la titularidad
Sebastián Boselli es otro que tuvo una actuación convincente frente a Deportivo Táchira. El uruguayo jugó como primer marcador central, en reemplazo de Leandro González Pírez. Si bien el elenco venezolano no tuvo demasiada intensidad en sus ataques, el joven defensor se impuso en los duelos individuales y mostró firmeza en un partido en el que la defensa presionó más arriba de lo habitual.
En los 90 minutos que estuvo en cancha, tuvo 55 toques de balón. Se destacó por su juego aéreo, ya que ganó los 3 duelos individuales que tuvo. Ganó además 2 de los 3 duelos terrestres y completó 4 despejes. Aportó además salida clara desde el fondo y su eficacia fue una de las más altas de River: tuvo una efectividad de pases del 96%. Un partido que sirvió para comenzar a ganar confianza y terreno.