River ganaba en La Plata con un golazo de Lucho González, pero Estudiantes lo dio vuelta sin merecerlo y dejó a los de Gallardo a nueve de la punta del campeonato, con un partido menos. Ya no hay margen de error.

Una pena, Millonario. El campeón de América no jugó bien en La Plata, pero sacaba adelante un partido durísimo y se prendía en la pelea por el título. Sin embargo, en el complemento, el equipo se desmoronó y dejó pasar una buena chance.

De la etapa inicial no hay demasiado que decir. Ni Estudiantes ni River hicieron méritos como para ponerse en ventaja, aunque el Más Grande lo logró por el golazo de Luis González: la paró de derecha, la dejó picar y sacó un zurdazo cruzado inatajable.

En el comienzo de la segunda parte, Gonzalo Martínez se perdió un gol sin arquero que luego se lamentó y mucho. River volvió a ser puro toque y se encaminaba a una nueva victoria fuera de casa.

Pero un gol de otro partido, ahora de Cerutti, le dio vida a Estudiantes, que creció a partir del empate. River se cayó a pedazos y comenzó a recurrir al pelotazo para salir del asedio local.

Con una pelota parada, promediando el complemento, Sebastián Domínguez dio vuelta el marcador y dejó a La Banda casi nocaut, sin reacción en los minutos posteriores.

En tiempos de éxitos por doquier para River, las dos derrotas en fila harán que los oportunistas quieran instalar una crisis donde no la hay. El Millonario deberá volver a confiar en la fórmula que lo llevó a ganar absolutamente todo para poder pelear por el título local. ¡Vamos todos unidos, vamos no nos quedemos!

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