Armani; Vigo, Paulo Díaz, David Martínez, Casco; De La Cruz, Enzo Fernández, Paradela; Carrascal; Girotti y Romero. Esos fueron los 11 con los que River terminó en la cancha en el 0-3 ante Mineiro. Es todo un resumen para encontrar las razones a esta eliminación, dolorosa como toda derrota, como todo adiós. Retrocediendo hasta la final de Madrid, ese antes y después en la historia para todos, apenas dos titulares se repiten: Armani y Casco.

Está claro que este River no era el mismo de los últimos años sino que fue mermando su potencial en cada mercado de pases porque la sangría siempre era mayor que las caras nuevas que llegaban para reemplazar a esas bajas. Pero a pesar de eso, Marcelo Gallardo siempre se las ingenió para sostener al equipo en la pelea. Esta vez tocó perder porque se encontró con un rival superior, el primero que en siete años logra ganarle al Más Grande los dos partidos de la serie.

Atlético Mineiro fue más en lo individual y en lo colectivo, tuvo la efectividad que le está faltando a River y supo exprimir las falencias de nuestro equipo. Simplemente fue superior y lo reflejó en el resultado. Más allá de lo abultado entre el 0-1 en el Monumental y el 0-3 en Brasil, River cayó con dignidad, sin escándalos ni polémicas. Quedó a la vista que no fue una buena noche, que estuvo lejos de la épica que vivió contra Cruzeiro en 2015 o ante Gremio en 2018, pero los jugadores puden caminar con la frente alta. Hay que aceptar que el rival fue más. Sin vueltas, como lo admitió el propio Gallardo.

Ya llegará el momento para analizar los por qué de esta eliminación, de cómo se viene dando el recambio en el plantel y de las salidas en medio de la competencia como pasó en la Copa pasada con Martínez Quarta y ahora con Montiel. Tampoco hay que apresurarse a vaticinar qué hará Gallardo en el 2022 porque ni él todavía lo decidió y, menos aún, se lo comunicó a los dirigentes. Por delante quedan cuatro meses y 19 partidos de la Liga Profesional que serán fundamentales porque no sólo pueden significar una vuelta olímpica sino porque se transformaron en el único camino que le queda a River para llegar hasta la Libertadores 2022.