La Superliga 2019/30 finalizó para River el 7 de marzo de 2020, en aquella oportunidad el equipo de Marcelo Gallardo y el Decano empataron 1 a 1 en Tucumán. Curiosamente ambos equipos debían enfrentarse la semana siguiente en el Monumental en lo que sería la primera fecha de la Copa de la Superliga, una competición que solamente servía para rellenar el calendario deportivo, una de las tantas incoherencias del fútbol argentino de los últimos años. Justamente en esa semana la pandemia llegó con fuerza a Argentina y por ende –de modo sorpresivo en muchos casos- se tomaron determinaciones drásticas para frenar el avance del coronavirus.

Mediante un decreto presidencial se interrumpieron varias actividades, se modificaron otras y curiosamente el fútbol no se detuvo –en lo inmediato- sino que se obligó a jugar a los clubes esa primera fecha de la Copa de la Superliga. El conjunto tucumano ya se encontraba en Buenos Aires cuando la dirigencia de River dejó en claro que no jugaría el partido para preservar la salud de sus empleados: es que el día previo al partido el colombiano Thomas Gutiérrez de la Reserva había presentado síntomas que indicaban que podía tener coronavirus y desde ese momento el club se cerró.

Tanto la dirigencia como los futbolistas de Atlético Tucumán mostraron su peor cara, ya sabiendo que River no se presentaría en el Monumental para jugar el partido, igualmente ellos mandaron a los utileros. También llegó al estadio el árbitro Germán Delfino que notificó oficialmente la decisión del Más Grande de no presentarse. Cabe destacar que el resto de los partidos se jugaron, pero las declaraciones de los jugadores dejaban en clara la postura de no presentarse.

¿Qué sanción recibió River?

La AFA se tomó su tiempo para determinar qué castigo le correspondería a River por preservar la salud de sus empleados, recién en noviembre de 2020 determinó que el Más Grande afrontaría una sanción económica –hacerse cargo de todos los gatos que afrontó Atlético Tucumán para venir a Buenos Aires, tanto vuelos como hospedaje- pero no habría ningún castigo deportivo. Lo que no dejó en claro la casas madre de fútbol argentino es si en algún momento se jugará el encuentro, aunque sería absurdo ya que dicha competición quedó sin efecto y la Superliga no existe más.